Gilbert Blythe y Elizabeth Black, eran totalmente diferentes. Él sonreía, y ella hacía muecas. Él era amado por casi todos, ella era temida por casi todos.
Beth era muchas cosas, a decir verdad. Era bonita, inteligente, talentosa, algo rara, seria...
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𝔐𝔞𝔯𝔶
Omnisciente
BETH LLEVABA UN VESTIDO NEGRO, CON UN BROCHE DE ARAÑA DE ORO BLANCO EN LA PARTE DE SU HOMBRO (POR LO QUE PARECÍA QUE LA ARAÑA ESTABA ENCIMA DE ESTE), Y SUS MEDIAS Y BOTAS NEGRAS. Y, por supuesto, su inseparable diadema. La rubia bajó las escaleras. Salem, como de costumbre, iba a su lado.
—¿Que vas querer, Salem? ¿Tartaletas de fresa o frambuesa? —Salem maulló—. Buena elección. No soy una gran fan de las frambuesas, pero aveces tanto comer fresas cansa.
Salem maulló, mostrándose de acuerdo.
Ambos se dirigieron a la cocina.
—¿Sabes que? Creo que mejor voy a agarrar una manzana. Son del huerto de los Blythe, ¿quieres o prefieres la tartaleta de frambuesa? —Salem maulló—. Bien. Vamos, entonces —dijo.
Tomó un cuchillo para poder partir en pedazos la manzana y así dárselos a Salem, y ambos salieron de la cocina.
La rubia se detuvo de golpe al escuchar como tocaban la puerta de su casa. Compartió una mirada con su gato y se acercó a la puerta.
—YO ABRO —gritó, para después abrir la puerta.
—Beth, buen día. Debo pedirte a ti y a tu familia un favor —le dijo Bash.
ℬ𝑒𝓉𝒽
—Entonces, esto será así: Venus y Sunny, obviamente, no pueden cuidar de Delphine. Así que, en ese caso, somos cinco hermanos, mamá y papá. Así que, mamá, papá, Timmy y Em, ustedes cuidarán de Sunny. Tom, Klaus, ustedes y yo cuidaremos de Delphine. Nos repartiremos turnos, ¿les quedó claro? —le dijo Beth a su familia.
—Si, capitana —dijo Tom.
—Bien —dijo, parándose frente a todos—. ¡Muévanse! —los urgió—. Eso era para mis hermanos, no para ustedes —les dijo a sus padres.
Pronto, todos continuaron con sus tareas mientras se encargaban de cuidar de las dos bebes.
—¿Hace cuanto que Mary está enferma? —le preguntó Beth a Emma, mientras le entregaba Delphine a Klaus.
—No lo se —dijo—. ¿Tom?
—Tampoco lo se —dijo—. Hace unos días.
—¿Y qué dijo Bash exactamente? —le preguntó Timothée a Beth.
—Que cuidemos a la bebe, ¿no es obvio? —dijo.
—¿Porque siempre estás de mal humor? —le dijo Tom.
—¿Quieres verme de mal humor? —le dijo Beth—. Te mostraré como soy cuando estoy de mal humor —dijo, mientras se acercaba a su hermano, amenazante.
