𝒮𝒾𝑒𝓉𝑒

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𝔐𝔦𝔫𝔫𝔦𝔢 𝔐𝔞𝔶

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Omnisciente

BETH SE ENCONTRABA DURMIENDO PLÁCIDAMENTE EN SU CAMA, mientras abrazaba el cuerpo de su muñeca, cuando sintió como alguien la zarandeaba lo cual hizo que la chica se levantara sobresaltada.

—¿Que, que? ¿Descubrieron el cadaver del jardín? —dijo, levantándose de golpe y mirando a los lados—. ¿Diana? —pregunto la chica desconcertada—. Solo para aclarar, lo del cadaver era un sueño... Que diga, una pesadilla.

—Minnie May se enfermó. ¿Y tu mamá? —preguntó la chica.

—Fue a ver al primer ministro junto a mi papa y... bueno, todos los adultos que habitan esta casa —contestó la chica—. ¿Tus padres también fueron?

—Si —contestó Diana desesperada mientras lloraba.

Beth chasqueó la lengua.

—¿Qué tiene Minnie May? —preguntó Beth mientras se levantaba e iba a ponerse sus botas y abrigo.

—No se. Se ahoga y tose. Es horrible. Anne dijo que era algo, pero no recuerdo su nombre.

—Crup —dijo la chica mientras se ponía el abrigo.

—Fui a buscar a la Srta. Cuthbert pero ella también fue a ver al primer ministro, Anne está en camino y el Sr. Cuthbert fue por el doctor; la tía Josephine está con nosotras, pero no sabe que hacer. Nunca había visto una tos así.

—Yo si —dijo la chica mientras se amarraba la bota—. A Venus. Le diré a Timothée que también vaya a buscar al doctor. Es mejor.

La chica fue a la habitación de su hermano mayor, le explicó todo lo más rápido posible. Después, Diana, Beth y Timothée salieron de la casa. El chico se dirigió al establo y las dos niñas salieron corriendo.

ℬ𝑒𝓉𝒽

Minnie May tosía horriblemente y Anne y Beth hacían lo que podían.

—Inclínala —le ordenó Anne a Diana que tenía a su hermana en brazos.

—Asegúrate de que reciba el vapor para aflojar las flemas —le dijo Beth.

—Casi se acaba la ipecacuana —dijo Anne viendo el frasco casi vacío—. Queda una dosis.

—Seguiremos con vapor y aire nocturno hasta que debamos usarla—dijo Beth a lo que Anne asintió.

—Está ardiendo —dijo Diana.

—Acércala a la ventana —le dijo Anne mientras se acercaba a Diana para ayudarla.

—Respirar aire frío la ayudará.

La tía Josephine entró a la cocina.

ℰ𝓁𝒾𝓏𝒶𝒷𝑒𝓉𝒽//𝒢𝒾𝓁𝒷𝑒𝓇𝓉 ℬ𝓁𝓎𝓉𝒽𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora