𝒞𝒾𝓃𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓊𝓃𝑜

2.7K 325 39
                                    

ℭ𝔬𝔫𝔤𝔯𝔞𝔱𝔲𝔩𝔞𝔱𝔦𝔬𝔫𝔰

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ℭ𝔬𝔫𝔤𝔯𝔞𝔱𝔲𝔩𝔞𝔱𝔦𝔬𝔫𝔰

Omnisciente

TODOS ESTABAN EN LA CASA DE LA SEÑORITA STACY. Todos estaban al borde de un colapso. Ese día, les darían los resultados de sus exámenes. Esos resultados, definirían su futuro.

—Moody, ¿habrás aprobado? —le dijo Ruby—. No iré si no vas.

—No veo la hora de salir de este pueblo anticuado —decía Josie Pye.

—¿Tienen una bolsa de papel? —dijo Paul.

—¡Nadie se la de! —dijo Beth—. No me importa si tienes ganas de vomitar, te lo tragas.

—Pareces acosador mirando a mi hermana así —le susurró Klaus a su amigo—. Solo ve y habla con ella.

Gilbert negó.

Beth estaba con sus dos mejores amigas. Estaba cruzada de brazos y miraba a Gilbert de reojo.

—No creí haber aprobado —les decía Diana—. Si lo hice, ¿me atrapan cuando me desmaye?

—Lo harás —dijo Beth. Diana y Anne la vieron extrañadas—. Entrar, eso digo. ¿Cierto, Salem? —dijo viendo al gato, parado a un lado de ella.

Salem maulló y siguió lamiéndose la patita.

No te veo muy preocupada. Aunque lo entiendo, eso de tener memoria eidética, debe de ser muy útil, ¿no?

Beth asintió levemente, como si fuera un movimiento casual de cabeza.

—Estudiantes de Queen's —los llamó la señorita Stacy—, tengo en mis manos los puntajes de su examen de ingreso a Queen's. Sea cual sea el resultado, me enorgullece el trabajo de todos y como se desempeñaron —Beth y Gilbert hicieron contacto visual. Rápidamente, la chica desvió la mirada—. Dejaron bien parado a Avonlea. Y ahora... —estampó la hoja contra la mesa—...ataquen.

Rápidamente, se formó una multitud alrededor de la hoja.

—¡Diana entró! —dijo Tillie.

Sus dos amigas, voltearon a ver la castaña.

—¡Diana, entraste! —exclamaron Anne y Beth, emocionadas, al ver que su amiga no reaccionaba.

—Entre —murmuró Diana, sin poder creérselo.

—Gilbert y Beth empatados. Primeros —dijo Tillie.

Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de la rubia. La chica y Gilbert de miraron a los ojos y ambos se sonrieron.

—¡No puede ser! —exclamó Beth—. Digo , ya sabia que iba a entrar, pero aun así se siente bien confirmarlo —puso sus manos sobre su pecho—. ¿Que es esto? Es como... un sentimiento de calidez en el pecho.

ℰ𝓁𝒾𝓏𝒶𝒷𝑒𝓉𝒽//𝒢𝒾𝓁𝒷𝑒𝓇𝓉 ℬ𝓁𝓎𝓉𝒽𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora