𝒯𝓇𝑒𝒾𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝒸𝓊𝒶𝓉𝓇𝑜

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𝔖𝔢𝔢 𝔶𝔬𝔲, 𝔐𝔞𝔯𝔶

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Omnisciente

BRTH LLEVABA UN VESTIDO COMPLETAMENTE NEGRO, EL CUAL TENÍA UN CINTURÓN DEL MISMO COLOR DEL VESTIDO, CON UNA HEBILLA OVALADA DE DIAMANTES. Sus medias y botas también eran negras. Y el liston negro de su sombrero, tenía algunas flores blancas. Ese día, se había puesto una diadema blanca; la familia de la chica estaba dispersada afuera de la iglesia, esperando a que llegara el momento de entrar en esta. Beth caminaba mientras leía un libro.

La chica estaba muy enfrascada en su lectura, cuando de pronto, sintió un impacto contra su cuerpo.

—Lo siento —dijeron los dos a la vez, mientras se agachaban para recoger el libro de la rubia.

Levantaron la mirada. Era Gilbert.

—Lizzy —dijo Gilbert.

—Blythe —le dijo la rubia. Frunció el ceño al escuchar el apodo—. No me llames Lizzy, imbécil.

Gilbert rió un poco.

—Supongo que... esto es tuyo —dijo Gilbert, mientras le extendía el libro.

Beth apretó los labios en una pequeña sonrisa.

—Gracias —dijo mientras tomaba su libro.

Ambos se levantaron.

—Te ves... bien. Muy linda —le dijo Gilbert.

Beth frunció levemente el ceño.

—Gracias —respondió la chica.

Las campanas de la iglesia comenzaron a sonar.

Gilbert hizo una seña con las manos, como diciéndole "tu primero". Beth comenzó a caminar y Gilbert la siguió.

ℬ𝑒𝓉𝒽

Todos estaban en la cocina de la Mansión Black, preparando lo que faltaba de la comida.

Hasta las Barry estaban ahí.

Beth —ya sin sombrero— no estaba ayudando con la comida. Estaba muy ocupada poniéndole flores al sombrero para Mary.

Cuando terminó, subió en Medianoche y comenzó a alejarse.

Cuando llegó, Gilbert salió de su casa. Con cuidado, Beth saco el sombrero de la bolsa de cuero negro que tenía la montura de caballo y se lo entregó a Gilbert.

—Hermoso —dijo Gilbert, viendo a Beth.

Ambos se quedaron viendo por unos segundos. La chica dio un asentimiento.

—Nos vemos, Blythe —le dijo.

—Nos vemos, Lizzy.

ℰ𝓁𝒾𝓏𝒶𝒷𝑒𝓉𝒽//𝒢𝒾𝓁𝒷𝑒𝓇𝓉 ℬ𝓁𝓎𝓉𝒽𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora