𝒞𝓊𝒶𝓇𝑒𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓈𝒾𝑒𝓉𝑒

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𝔍𝔲𝔰𝔱

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𝔍𝔲𝔰𝔱...𝔬𝔫𝔢 𝔱𝔥𝔦𝔫𝔤

Omnisciente

—¡A VER SI PASAS, RUBY! —gritaron todos.

La rubia empezó a correr e intentó deshacer el agarre de Charlie y Jane. Sin embargo, no pudo y todos rieron.

Después la de rosa tomó de la botella casi vacía mientras todos reían.

—¡Tu turno, Beth! —le dijo Klaus.

La chica rio, tomó de la botella y empezó a correr. La de negro si logro pasar. Sin embargo, tal vez debido a su torpeza o al alcohol en su cuerpo, se tropezó y estuvo a punto de caer, pero Moody alcanzó a sujetarla de la cintura.

Todos rieron.

—Charlie, ¡sal de tu casa y pasa! —gritaron todos.

El chico corrió y logró deshacer el agarre de dos de sus amigos. Todos le festejaron al chico.

—Beban, debiluchos —dijo Diana.

—¡Jo, Jo, Jo! ¡Y una botella de ron! —gritó Anne levantando la botella para después tomar de esta—. Síganme, marineros.

Anne subió a ¿un pedazo de madera? La verdad no tenía ni la menor idea de que era

—¡Alto, camaradas! —gritó—. ¿Cual es el colmo de un marinero?

—¿Cual? —preguntaron en un grito todos a la vez.

—¡Ahogarse en un vaso de agua! —gritó haciendo reír a sus amigos—. ¿Para que son las velas de los barcos? —gritó Anne, presionando su cabello por debajo de la barbilla, para simular una gorra.

—¿Para que? ¡Dinos! —gritaron todos a la vez

—Para que durante una tormenta, los marineros no naveguen a oscuras —contestó la pelirroja

Todos sus amigos rieron. Anne le extendió una mano a Beth, que la tomó y subió con ella.

Beth y Anne empezaron a girar.

Beth reía a carcajadas. Una clara señal de lo ebria que estaba.

—¿Quien diría que Beth es más agradable ebria? —dijo Klaus, mientras se encogía de hombros.

Gilbert llegó al lugar. Se le quedó viendo a Beth, el como el fuego se reflejaba en su cabellera platinada, dándole a ésta un efecto rojizo, o él como la luz de la luna iluminaba tenuemente su rostro, y aun así, todavía era posible ver su sonrisa.

ℰ𝓁𝒾𝓏𝒶𝒷𝑒𝓉𝒽//𝒢𝒾𝓁𝒷𝑒𝓇𝓉 ℬ𝓁𝓎𝓉𝒽𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora