Gilbert Blythe y Elizabeth Black, eran totalmente diferentes. Él sonreía, y ella hacía muecas. Él era amado por casi todos, ella era temida por casi todos.
Beth era muchas cosas, a decir verdad. Era bonita, inteligente, talentosa, algo rara, seria...
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Omnisciente
LOS BLACK Y LOS CUTHBERT ESTABAN EN LA ESCUELA. Matthew y Narcissa y Marilla, iban en el asiento del conductor. En la parte de tras, iban Ted, Timothée, Emma, Tom, Venus y Sunny. Las dos menores, en los brazos de sus hermanos. Venus con Timothée y Sunny con Tom. Y Beth, Gilbert, Anne y Klaus estaban de pie, delante de la entrada. Beth estaba en medio de Anne y Gilbert. Y Klaus estaba al otro costado de la pelirroja.
Beth suspiró.
—Tranquila, vendrán —le dijo Gilbert.
Beth llevaba un vestido completamente negro, con una cinta alrededor de la cintura de color rojo tinto con su broche de araña como si fuera una hebilla. Sus medias y botas, eran negras.
Guardaron silencio unos minutos más.
—No vendrán. ¿Después de todo esto? —dijo Beth.
—Ten fe —le dijo Gilbert. Beth lo volteó a ver—. Es una sugerencia. No te dire que hacer —le dijo el chico.
Beth regresó su mirada al frente, y una sonrisa se dibujó en su rostro.
Pronto escucharon el vehículo de la Señorita Stacy. Beth soltó una risa ahogada mientras miraba a su profesora. Sintió como Gilbert le daba leves toques en el brazo, volteó y el chico señaló hacia una dirección. Ahí pudieron ver a Charlie y Moody. Después vieron a Tillie y a Ruby.
—Bienvenidos —dijo Beth emocionada mientras volteaba a los lados—. ¡Prissy! ¿Qué haces aquí?
—Jane dijo que estabas haciendo una tontería con la que estaba en total desacuerdo —dijo mientras reía, haciendo reír a la de negro—. Así que vine. ¿Puedo unirme?
—Cuantos más, mejor —dijo la de negro. Después se volteó hacia todos los presentes—. Nuestro momento se acerca —les dijo emocionada—. ¿Listos para luchar por lo que es correcto?
—¡Si! —gritaron todos levantando un puño.
—¿Tienen el suyo? —preguntó Beth levantando su pañuelo negro con sus iniciales grabadas en hilo verde esmeralda.
—Toma, Prissy. Traje más —le dijo Narcissa a la mencionada.
—Y puedes usar la tabla de Diana. Ella no vendrá —dijo Beth.
Ruby y Tillie se vieron extrañadas al igual que Klaus y Gilbert.
—¡Muy bien! —gritó Beth—. ¡Hagamos ruido! —gritó mientras agitaba su pañuelo.
