Oscuros Secretos

Capítulo 36

Delancy

La luna llena esta cerca, los días se van rápido pero cada vez me siento perdida. Como si no tuviera control de mi misma, por más que este lejos de esa casa es como si ya mi alma tuviera una conexión con la oscuridad que habita en ella.

Gracias abuela demoniaca.

Gracias mamá por heredarme la oscuridad.

Desde mis catorce años me vele por mi misma mientras que mamá estaba de hombre en hombre dejando a sus hijos con su mamá – ósea mi abuela –, mi hermano y yo no tuvimos una madre presente en todo. Esa fue nuestra abuela, abuela que está matando mi alma. Después de tres años donde ya había hecho la fiesta del año fue donde quiso a sus hijos de nuevo, Jacob la recibió con los brazos abiertos, pero yo no. Por más que se preocupara por mi o intentara de meterse en mi vida sofocándome, menos lugar le daba.

– Delancy. – Dice una voz femenina.

Lleva rato llamándome, pero mi cabeza anda en otro lado.

– ¿Qué, mamá? – Le pregunto con irritación.

– No me hables así. – Dice en una orden –. ¿Cuándo va a ser la boda entre Luke y tú? – Pregunta.

Como si tuviera nueve años.

– No lo sé, mamá. Falta mucho para eso. – Respondo mientras guardo lo que necesito para dar las clases de baile.

– ¿Cómo que falta mucho? Delancy es tu compañero para toda tu vida. – Dice ella.

Me detengo para mirarla e indicarle con ella "¿Es en serio?"

Busco mi celular en mi bolso mientras niego con la cabeza hasta que ya lo tengo.

– Corrección, es el idiota que la diosa luna me dio por compañero para toda la vida. – La corrijo, tomo todo para ir por la puerta –. Debo irme mamá, adiós.

Si dicen que las mamás son las mejores amigas de las hijas, se equivocan.

Bueno, se que no todas las vidas son iguales. Y en mi caso, no soporto a mi mamá.

Subo al auto decidida a ir a dar las clases, en eso suena mi celular que entra una video llamada.

Luke

Últimamente hemos hablado bastante, me ha dado la estabilidad que necesito.

– Buenos días, preciosa. – Dice cuando acepto la video llamada.

– Buenos días, guapo. – Le digo mientras manejo.

Si, con él soy muy distinta.

No pregunten.

El analiza mi rostro por unos minutos hasta que:

– ¿Qué paso con tu mamá? – Pregunta

Touche, dio en el blanco.

– Ya esta pensando en bodas ¿Puedes notar lo ridículo que es? – Respondo para darle humor a la pregunta.

Hay un silencio.

– Bueno, a mí me gustaría casarme contigo, pero... Es pronto. – Especta.

Asiento con la cabeza.

– Por eso, apenas estamos empezando algo formal. – Comento.

El me da una sonrisa.

– ¿Cuándo vienes de nuevo para acá? – Me pregunta.

– ¿Quieres que vaya? – Cuestiono.

El suelta un suspiro mientras pone los ojos en blanco.

– Si, el punto es que mi familia te conozca. – Dice

Tiene sentido.

– ¿El fin de semana? – Le sugiero.

Hace que lo piensa, pero asiente.

– El fin de semana, hermosa.

Un alivio me invade, no tendré un fin de semana aburrido.

Una sonrisa se me dibuja en mis labios.

– Bien, te dejo. Debo hacer mi trabajo. – Le digo.

Parqueo el auto donde debe para después desabrochar el cinturón y tomar el celular.

– ¿Cuál hacerte la difícil? – Pregunta con humor y a la vez coqueteo.

Me hago la ofendida.

– Tu no sales ileso tampoco, hablamos más tarde. – Respondo en mi defensa.

Él se ríe.

– Como digas, preciosa. Suerte. – Dice para terminar la video llamada.

Suelto un suspiro.

Me siento agotada por tener tantas emociones, sin embargo, hay que echarle para adelante.

Cuando entro al lugar todas mis alumnas se encuentra en orden en el suelo esperándome.

– Buenos días, Miss. – Dice sus voces al unísono.

– Buenos días, niñas. – Les digo para darles una sonrisa y un abrazo.

Dejo mis cosas en el casillero y regreso con ellas.

– Muy bien, a sus lugares. – Les ordeno –. Quiero ver como mueven ese esqueleto.

Todas hacen caso a la orden, reproduzco Somebody To You de The Vamps y Demi Lovato.

Pasamos horas corrigiendo, agregando, mejorando y perfeccionando el baile.

– Chicas esto no es Tik Tok, así que pongan su esfuerzo. De nada sirve tener belleza si no tienes inteligencia. – Les digo a las chicas –. Es ley de vida para una mujer.

Ellas hacen silencio.

Cuando es demasiado tarde los padres de las chicas las recogen, por último, quedo yo en el lugar solo y vacío. Mi cuerpo se mueve al ritmo de una melodía melancólica, pero es dulce. Mis piernas y manos se mueven a la melodía, yo no me controlo solo me expreso.

Cuando acabo en el suelo toda sudada mi cabello negro en un moño de bailarina se disuelve y mechones en ondas caen a mis hombros, mi respiración esta acelerada, me duele respirar, quiero vomitar mis pulmones. Mis ojos se ponen rojos, alzo la vista hacia el espejo del salón.

– Te ves muy estúpida enamorada de un idiota como ese. – Dice su voz en mi cabeza.

– ¿¡Por qué me haces esto!? ¡Soy tu nieta! ¡Creí que me amabas! – Le grito al espejo mientras lágrimas caen al suelo.

Mi estabilidad emocional se está yendo al carajo, no tengo nadie.

No hay respuesta.

– ¿¡Por qué!? – Le exijo.

– Porque no eres mi nieta de sangre. – Responde finalmente.

Me desmorono lentamente en el suelo.

¿Qué?

¿Cómo?

¿Qué acaba de decir?

Muchas preguntas y confusión me invaden.

– Tu mamá te ha mentido por años, debes saber la verdad, pero para ese momento. Yo regresare. – Dice su voz en mi cabeza.

– ¿Cómo que vas a regresar? – Pregunto.

Una sonrisa se dibuja en mis labios atreves del reflejo.

– Ya lo sabrás.

Y desaparece de mis pensamientos, regreso a la normalidad.

Bueno, esta vez dejándome con miles de dudas en mi soledad.