Capítulo 30

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Sheri

Al fin ocho de noviembre, los padres de Jacob ya hablaron con amigos, familiares e incluso aliados para esta situación donde nos puedan orientar bien. La madre de los hermanos me ofreció entrenamiento mientras que mi mamá me ayuda con mis habilidades, ella dice que estoy progresando.

Un cuchillo pasa de mi lado cuando mi suegra lo lanza con dirección a mi ojo, sin embargo, no da porque me muevo rápido.

— ¿Por qué demonios huyes? ¿A qué le temes tanto, Sheri? – Pregunta ella indignada.

Me falta aire.

— Morir en manos de mi suegra. – Respondo a su pregunta mientras tomo aire.

— No tenemos tiempo, debes estar lista para cuando Jodie intente atacarte. – Especta ella.

— ¿Y si no es Jodie la que me va atacar? – Cuestiono.

— No hay nada que nos asegure que no sea ella. – Dice mi suegra en su defensa.

Mi mirada se desvía a la puerta cuando esta se abre y entra Jacob.

El se acerca a su mamá y le da un beso en la mejilla para luego acercarse a mi para depositar un beso en mis labios.

— ¿Cómo están las dos reinas de mi corazón? – Pregunta él a ambas.

— ¿Dos? Pensé que tu hermana forma parte también. – Comenta su mamá.

— No le vas a decir a nada, eh. – Dice el castaño en su defensa.

La señora se ríe mientras agarra su botella de agua y bebe.

— Estoy de maravilla, hijo. Gracias por preguntar. – Responde.

— ¿Qué te paso? – Me pregunta mientras eleva una ceja.

— Bueno resulta que no tengo condición física, así que veo las campanas celestiales. – Respondo mientras trato de respirar.

La rubia sale de la habitación mientras no deja para darnos privacidad.

— Feliz cumpleaños, amor. – Dice el castaño mientras se acerca más a mí.

Coloca sus manos en mis caderas para acercarme a su cuerpo.

— Gracias, cariño. – Digo con una sonrisa en mis labios.

Acerca sus labios a los míos para darme un tierno y lento beso.

— ¿Qué te gustaría hacer hoy? – Pregunta.

— ¿Qué te parece ir a la soda de Aimee y comer algo? – Le ofrezco la idea.

— Bien, vamos a la soda de Aimee. – Asiente con la cabeza sin dejar de lado una sonrisa.

— Perfecto, iré a ducharme. – Le digo para dejar un beso en su mejilla y alejarme de él.

Salgo de la habitación con el fin de ir a la nuestra y darme una ducha.

Tomo la ropa que usare para dejarla en la cama, agarro la toalla y me dirijo al baño. Me quito las prendas, estas caen al suelo y yo entro desnuda a la ducha; abro la llave de la ducha de la cual permite que salga agua tibia, lavo mi cabello y después mi cuerpo. En cuanto estoy lista salgo de la ducha para ir a la habitación, pongo mi toalla alrededor de mi cuerpo y me dirijo a la cama.

Para mi sorpresa están mis cuñadas en la habitación.

— ¿Piensas usar esto hoy? – Pregunta la castaña.

— Si ¿Por qué? – Respondo para preguntarle.

Se que no tengo mucha ropa o al menos no muy moderna, nunca me preocupe por esos detalles.

Oscuros SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora