Capítulo 3

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Sheri

Son las tres de la madrugada y me despiertan unos ruidos en la casa, me levanto de mi cama para ver de qué se trata. Camino por el pasillo y los ruidos se detienen, me fijo en una de las ventanas y el auto de papá ya está afuera, camino a su habitación y él se encuentra dormido.

Esto es extraño...

Sigo caminando, pero escucho pasos detrás de mío, me doy la vuelta, pero no hay nada.

¿Qué demonios está sucediendo?

Niego con mi cabeza y camino de nuevo a mi habitación, me espera un día largo como para que este en estas. Pongo las sábanas sobre mí y me vuelvo a dormir.

Son las ocho de la madrugada, el reloj suena indicándome que debo levantarme. Lo hago.

Tomo lo que necesito para ducharme y me voy al baño. Después de me alisto para bajar y ver a papá con su taza de café.

— Buenos días, princesa. - Dice papá dándome un beso en la frente.

— Buenos días, papá. - Le digo

— ¿Cómo amaneciste? - Pregunta.

— Bien, supongo. Unos ruidos me despertaron a las tres de la madrugada ¿No los escuchaste? - Le pregunto, aunque también respondo.

— No, ayer llegué tarde y estaba muy cansado. De seguro se calló algo en el ático. - Responde.

— Seguro. - Digo mientras frunzo el ceño.

Pero los sonidos no se escuchaban en el ático. Esto es peor que la palabra confundida.

Termino de desayunar para tomar mi bolso y salir con papá de la casa rumbo al auto.

Él lo enciende y pone la marcha, mientras esté arranca veo a muchos jóvenes caminar y otros en autos rumbo a la escuela. Se supone que en Estados Unidos después de que tienes dieciséis debes tener tu licencia para conducir, en mi caso se ve que no la tengo y ya voy para dieciocho.

Minutos después llegamos a la escuela, me despido de papá y me bajo del auto.

Camino un poco para luego toparme con el chico que conocí anoche, Travis.

— Hey Sheri. Qué lindo verte por aquí. - Dice él.

— Hey, hola. Lo mismo digo. - Le digo.

— Ven acompáñame, te voy a presentar a mis amigos. - Dice

Sin pensarlo decido acompañarlo, el me lleva a un círculo de amigos donde están sus amigos hablando, riendo, contándose cosas. Cuando ven a Travis lo saludan y a mí me observan.

— Chicos, ella es Sheri Donovan. Sheri ellos son mis amigos menos los dos amargados que están allí en el auto, son mis hermanos. - Dice Travis mientras los señala.

— Hola, es un gusto. - Dicen varios en un tono simpático.

— No le hagas caso a Travis, no soy una amargada. Él no sabe lo que es diversión. Soy Delancy Miller, encantada de conocerte Sheri. - Dice una voz femenina.

Es hermosa, su cabello es oscuro y sus ojos son cafés y tiene un cuerpo de una diosa por completo.

— Un gusto, Delancy. - Digo.

— ¡Jacob! Ven aquí, no seas mal educado. - Dice Delancy para llamar a su hermano.

Este viene cuando escucha el llamado de su hermana, sus ojos se abren y me observa como si me estuviera analizando.

— Él es Jacob. - Dice Delancy para presentar a su hermano quien parece que se lo comió la lengua el gato.

— Encantada de conocerlos. - Le digo a los tres.

— Ustedes tienen rasgos totalmente diferentes. Travis es castaño con ojos azules, Delancy es de cabellos oscuros con ojos cafés y Jacob es de cabello castaño con ojos verdes ¿Cómo es eso posible? - Dice una chica del grupo.

— Eso querida, sucede cuando tu mamá andaba de novio en novio. - Dice Delancy.

— Delancy... - Dice Jacob regañando a su hermana.

— ¿Qué? Es la verdad, Jacob. - Dice ella.

Vaya, los tres son de diferentes padres.

Interesante.

Suena la campana indicando que es hora de entrar.

— Jacob acompañaras a Sheri, nosotros no podremos llegar tarde por el profesor de biología. - Dice Travis.

El grupo se desintegra para irse a sus clases.

— Suerte, linda. - Susurra Delancy en mi oído.

¿Suerte? ¿Por qué?

Frunzo el ceño ante lo que ella me susurra sin entender nada.

Jacob no le quita la mirada asesina a su hermana hasta que ella se va, quedo sola con él.

— ¿Vamos? - Pregunta.

— Si. - Respondo.

El comienza a caminar mientras yo lo sigo a su lado, todo es silencioso hasta que llegamos al pasillo de la escuela que está lleno de casilleros y aulas por donde quiera.

— Y ¿De dónde vienes? - Pregunta él.

— De Miami. - Respondo.

— Vaya ¿Por qué te viniste aquí? - Pregunta.

— Pase una temporada con mamá en Miami y ya le tocaba estar una temporada con papá. – Respondo.

— ¿Tu papá es...?

— Oh si, lo siento. Es el oficial Donovan.

— La fija del gran oficial Donovan Miller. Increíble. - Dice él.

— ¿Debería sentirme halagada? - Pregunto.

— Viniendo de mí, sí. - Responde.

Dios, este chico tiene un ego y eso apenas que lo vengo conociendo.

— ¿Dónde es que vives? Me refiero a la casa donde vives con tu papá. - Pregunta.

— En la casa 108 Ocean Avenue. - Respondo.

Este detiene sus pasos y me observa.

— ¿Vives en esa casa? ¿Cómo es que no has salido muerta de allí? - Pregunta sorprendido ante mi respuesta.

— Vivo allí desde que tengo memoria. ¿Disculpa? - Digo desconcertada ante su última pregunta.

— Yo... Debo irme a clase, te veo luego. - Dice para irse.

Quedo sola en medio del pasillo, perdida, confundida y desubicada.

A los minutos llega un profesor quien decide ayudarme, aunque la pregunta de Jacob de si debería estar viva me distrae durante el día.

Necesito respuestas y eso voy a conseguirlo, no importa que.


Oscuros SecretosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon