Oscuros Secretos

Capítulo 29

Jacob

Sabía que en este viaje mi hermana conocería a su compañero, sin embargo, ella no se ve muy contenta con lo que está pasando.

— Ven toma asiento. – Le dice Travis al joven.

— Cuéntanos de ti. – Le digo.

El nos observa con atención, pero esta sudando la gota gorda, está nervioso.

No lo culpo, lo entiendo.

— Tengo veintitrés años, soy diseñador publicitario... - Comenta él.

A la castaña se le iluminan los ojos cuando el habla de su profesión.

— ¿Te gusta diseño publicitario? Yo intente ir en esa área del diseño gráfico, pero no me gusto mucho. – Le pregunta Adelaide al joven.

Este asiente con la cabeza.

— Fue donde más desenvolví ¿Y tú? ¿En cuál área te inclinaste? – Responde para preguntarle.

— Diseño editorial. – Responde ella.

— Posiblemente seremos grandes colegas. – Comenta él.

— Si, en un futuro porque no. – Dice con una sonrisa la castaña.

Estoy agradecido con el de arriba porque papá no esta aquí.

Quien sabe cómo hubiera acabo esto.

— ¿Qué eres? – Pregunta mi chica.

— Soy parte licántropo por medio de mi madre y heredero de la oscuridad por parte de mi padre. – Responde el chico.

— ¿Qué paso con tu padre? – Le pregunta mi hermana.

— Estabas muy callada. ¿Y tu eres? – Pregunta en un tono divertido, pero a la vez se podía ver su seriedad.

— Soy Delancy Miller, tu compañera idiota. – Responde ella.

El rubio casi se atraganta con el café que esta bebiendo al oír a mi hermana.

— Mi padre fue asesinado. – Responde la pregunta el pelinegro.

— ¿Por qué? – Cuestiona Sheri.

— Porque traiciono al rey de toda esta oscuridad, el no quiso seguir con su trabajo y eso le trajo consecuencias. – Responde.

Creo que es mejor no seguir con esta conversación, tendremos tiempo para conocerlo.

— Supongo que vas a querer venir con nosotros. – Dice el rubio.

— De hecho, tengo mi vida aquí. Y a ustedes no los conozco. – Comenta en su defensa el pelinegro.

— Pero mi hermana es tu compañera... - Dice mi hermano frunciendo el ceño.

— Si, pero eso no significa que debo irme si o si con ustedes. – Dice él en su defensa.

Estoy apunto de darle una paliza, pero Sheri posa su mano sobre mi brazo para tranquilizarme.

¿Cómo va a decir que no a mi hermana? Es un idiota.

— Entonces dame tu número ya que juegas de ser rogado, así nos mantendremos en contacto hasta vernos de nuevo. – Dice poniéndose de pie mi hermana.

El la observa con atención, aunque en mi hermana se le dibuja una sonrisa.

— Hecho. – Dice finalmente.

Ambos intercambian sus números, nos ponemos de pie para salir e irnos al auto.

Cuando nos subimos Adelaide es la que habla primero.

— Sabía que ese chico no es normal y no me equivoque. – Dice

— ¿Porqué? ¿Qué pasa con él? – Cuestiona Sheri.

— El apellido Dankworth es noble en Inglaterra. – Responde ella.

— Eso explica su acento, pero ¿Qué tiene que ver con lo que piensas? – Le pregunto.

— Que ese apellido posee un clan de licántropos innúmeroso, sin embargo, también tienen un clan imnúmeroso de cazadores. – Responde.

— ¿Qué cazan exactamente? – Pregunta la pelinegra.

— Dragones...

☾.

Fuimos directo a la fortaleza, para nuestra sorpresa nuestros papás están. El viaje fue muy callado, nadie hablo, nadie hizo nada.

— ¿Qué paso con tu auto Travis? – Le pregunta mamá a mi hermano.

— Fue sacrificado por Adelaide. – Responde en un tono lleno de humor.

— ¿Cómo? – Cuestiona papá.

— Habíamos salido y unos cazadores intentaron de atacarme... - Responde la castaña con pena.

— ¿Estás bien, linda? – Le pregunta la madre de Sheri.

— Si, lo estoy. Gracias a Travis y Delancy que me ayudaron. – Dice con una sonrisa.

A lo lejos se escucha alguien gritando desde el pasillo con mucha energía y felicidad, todos volteamos a ver de quien se trataba y era Cole.

— ¡Sheri! – Dice el joven mientras corre a abrazar a la rubia.

Ella lo recibe con los brazos abiertos y lo abraza con fuerza.

— ¿Cómo estuviste en el tiempo que estuvimos fuera? – Le pregunta ella.

— Muy bien, de hecho, mejor. – Responde él.

Si antes tenia ojeras y un golpe en el ojo, ya no los tiene.

Su mirada antes estaba caída, llena de tristeza, pero ahora no es así, brilla y se nota su felicidad.

— Debemos brindar. – Comenta mamá.

— ¿Por qué? ¿Cuál es la noticia buena? – Pregunta Travis.

— Cole ahora es miembro de la familia. – Responde papá.

Mis hermanos corren a abrazar al pequeño y darle la bienvenida, al igual que Adelaide.

Risas y sonrisas llenan la sala.

— Eso significa que eres mi hermano. – Dice Travis mientras le desordena el cabello.

— También significa que eres mi medio hermano. – Dice D.

— Oh cállense los dos, yo seré su cuñada. – Comenta Adelaide.

Todos los presentes nos reímos por el tono que utilizo.

— ¿Tendremos más juegos de basket juntos? – Pregunta Cole.

— Por supuesto que sí. – Respondo para todos.

Una sonrisa en el joven se le dibuja y sus ojos almendrados brillan como nunca antes.

— Cambiando de tema, mañana hablaremos en la oficina. – Dice papá.

Estos hacemos silencio, pero nadie dice nada.

Seguimos celebrando la bienvenida de Cole a la familia con comida, música, películas y juegos.

Quisiera que hubieran momentos así...