Capítulo 1

100 11 2
                                    

Sheri

Cuando tenía cinco años estuve en este pueblo, mi papá siempre me intento hacer ver las cosas buenas de la vida; hoy me toca regresar después de haber estado una buena temporada con mi mamá, ambos se divorciaron, aunque para ser honesta no recuerdo cuando ocurrió ya que ellos dicen que yo estaba muy pequeña.

El clima no es agradable o al menos para mi gusto, está lloviendo, las ventanas del auto se empañan y eso me causa terror ya que la mayoría de los accidentes en auto ocurren porque las ventanas están empañadas ¿Lo bueno de esto? Es que papá siempre anda un trapo en el auto para limpiar, eso me deja tranquila. Mientras el auto sigue su marcha, mi cabeza se encuentra recostada en el asiento mientras observo en la ventana los árboles, casas y personas que pasamos.

Hay una casa grande para ser honesta muy moderna, frunzo mi ceño y mi mirada va a mi papá.

— ¿Quiénes viven en esa casa moderna? - Le pregunto.

— Los Miller, son buenos vecinos. Te van a caer bien sus hijos. - Responde papá.

— ¿Sus? ¿Cuántos son? - Pregunto de nuevo.

— Son tres, dos chicos y una chica. - Responde papá tranquilamente.

— Vaya... - Es lo único que logro decir.

— Desde que te fuiste una temporada con tu mamá, las cosas en el pueblo han cambiado. - Dice papá mientras conduce.

Yo solo lo observo por un momento para luego volver a ver la ventana, no sacaré mis conclusiones ante esa familia porque apenas llego y ni los conozco, pero tengo una curiosidad increíble por saber quiénes son.

— Por cierto, hoy hay una fiesta en el pueblo. Por si quieres ir. - Dice papá.

— ¿Seguro que me dejarás ir? - Pregunto

— Claro, porque sí. Debes conocer de nuevo el pueblo, eso sí. No llegues tarde. - Responde él.

Asiento con la cabeza, aunque no tenía muchas ganas de socializar, pero si quería salir.

— Esta bien. - Le digo.

El trayecto desde esa conversación fue corta, papá estaciona el auto frente la casa.

Es una casa de madera de blanca, que tiene dos pisos y ventanas grandes, aunque suele estar antigua a mi papá le gusta. Los últimos que vivieron aquí fue una pareja, pero no supe más y cada vez que intentaba sacarle el tema a papá él siempre conseguía evadir lo, así que lo dejé atrás.

Saca las llaves para abrir la puerta y entrar, se siente frío, muy frío.

— Papá ¿Qué sucedió? Antes estaba caliente y ahora no, está muy frío. - Le pregunto.

— Debe de ser la calefacción que se dañó, iré a ver. - Responde él para alejarse.

Subo mi maleta a mi antigua habitación de pequeña, abro la puerta y la habitación está igual a como la había dejado la última vez, sacó el colgante que mamá me había dado.

Por nada en el mundo debes dejar de usarlo, incluso si estás en la casa de tu papá ¿Entendiste? - Dice mamá.

Si, pero ¿Por qué no debo quitármelo? - Pregunto confundida.

Te protegerá, cariño. - Responde.

Pero ¿De qué me va a proteger? - Pregunto.

Me siento muy confundida y lo peor es que no sé de qué me está hablando.

En eso suena la bocina del auto de papá, indicando que debo salir de la casa y subirme a su auto.

Volviendo a la realidad, abro mi maleta y voy sacando mis cosas para ir ordenando y guardando todo en su lugar, mientras guardo puedo ver una foto de mis papás antes de haberse divorciado donde me cargaban cuando solo tenía seis meses de nacida, era una familia realmente feliz ¿Qué pasó? Ni siquiera los dos adultos se atreven a contarme que paso en su matrimonio.

En cuanto acabo de guardar y dejar todo en orden, decido darme una ducha; tomo mi toalla y salgo de mi habitación para ir al baño, cierro la puerta, comienzo a quitarme la ropa que traigo puesta, esta cae al suelo dejándome completamente desnuda para así entrar a la ducha, abro la llave y comienza a salir agua caliente. Nada mal para un clima tan frío.

En cuanto termino tomo mi toalla para secar mi cabello rubio y mi piel blanca, tomo mi ropa y salgo del baño para acercarme a mi habitación, me arregló para poder salir a la fiesta que tiene el pueblo, cuando digo o al menos considero que ya estoy lista bajo para ir a la sala de estar. Veo a mi papá sentado en el sofá con su uniforme de policía ¿Mencioné que es un policía? Bueno ya lo saben.

— Algo me dice que tendré ojos por donde vaya. - Digo.

Solo iré hacer mi trabajo, Sheri. No voy a cuidarte, sé que sabrás defenderte. - Dice para hacer una pausa - Ahora necesito que andes esto en todo momento, no importa que. Si alguien te ataca utilízalo ¿sí? - Prosigue mientras me extiende un gas pimienta.

— ¿Quieres que use esto en la fiesta del pueblo? - Pregunto.

— Si, bueno, no solo en la fiesta sino en todo momento. - Responde.

— Esta bien. - Digo para tomarlo y guardarlo en la bolsa de mi chaqueta negra.

— ¿Sabes usarlo? - Me pregunta.

— Por supuesto que sí papá. - Respondo.

— Bien. - Dice mientras se acerca para tomar sus llaves del auto - ¿Nos vamos? - Pregunta.

Yo solo asiento con la cabeza para seguirlo fuera de la casa y subirme al auto.

Él se sube y me abre la puerta.

Cuando ya estoy adentro, papá inserta la llave para hacer que el auto encienda su motor, este lo hace y sin pensarlo papá pone la marcha y arranca rumbo la fiesta.


Oscuros SecretosWhere stories live. Discover now