Capítulo 10

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Sheri

Jacob se había quedado dormido en el transcurso de la noche, por lo que aprovecho para ir a la cocina y servirme algo. En el camino, mi mente va sacando muchas cosas que en su momento no le di importancia y ahora si la tienen.

Me viene a la mente las tantas discusiones que mamá solía tener con papá sobre la casa.

— Por el amor de Dios, Matt ¡Deja ese lugar! – Decía mama en la llamada.

Por la cara que hacía pude saber que mi papá se negaba hacerlo ¿Qué esconde realmente? ¿Qué hay en esa casa? ¿Por qué me quiere a mí? Me sirvo un vaso de agua para luego darme cuenta que Travis está detrás mío, provoca que me sobre salte por el susto que me lleve. No esperaba verlo en la cocina.

— La vi. – Dice él.

— ¿Qué cosa? – Le pregunto mientras llevo el vaso a mis labios.

— A Adelaide. – Responde él.

Casi me ahogo con la gota de agua que va bajando por mi garganta, dejo el vaso a un lado y tomo aire para poder hablar bien.

— ¿Cómo? ¿Acaso eso es posible? – Cuestiono.

— Es amiga Rosa, parece que si lo es. – Responde.

Huele a un triángulo amoroso.

— Oh... Debes hablar con Rosa. – Le digo.

— Lo sé, la fui a dejar a la casa de Adelaide y me sentí mal por lo que le he estado haciendo. Y al ver a la chica que será mi compañera fue peor. – Dice mientras toma asiento en la silla.

— No la vas a secuestrar ¿no? Porque técnicamente tu hermana hizo eso conmigo. – Pregunto.

Vacila una risa.

— Va a ver una fiesta de bienvenida, ella vendrá aquí así que la vas a conocer. – Responde.

— Aún no respondes mi pregunta, pero lo poco que conozco es un sí. – Le digo.

El silencio se apodera de la sala.

— ¿Y? ¿Cómo es? – Le pregunto.

— Es hermosa, sus ojos son verdes, su cabello es castaño, su piel...- Dice como si estuviera soñando.

— Y luego decías que no querías escenas cursis entre tu hermano y yo. – Le digo mientras trato de no reírme.

— Jacob y tu son un caso diferente. Pero sé que voy a parecer un tortolo al lado de ella. – Comenta.

Si así actúa con apenas saber de ella, no me quiero imaginar cuando la vea en esta casa.

— Bueno. Cuando ella este, te daré un empujón ¿Te parece? – Le digo.

— Esta bien, solo hazme saber cuándo me veo muy tonto. – Dice.

— Hecho.

Travis es lindo y tierno, espero que su compañera sepa entenderlo porque es como tener un chiquito y debes cuidarlo.

— ¿Qué haces despierta? – Pregunta él.

— Tu hermano se quedó dormido y me dio hambre. – Respondo.

— ¿Terminamos de ver la película que no pudimos ver por ese maldito niño? – Pregunta.

— Claro. – Respondo con una sonrisa.

Nos preparamos algo de comer para después ir a la sala y poner la película. Esta se reproduce, pero solo está llena de quejas de Travis, lo que hace quitarle el sentido y la magia a la película.

Oscuros SecretosWhere stories live. Discover now