Capítulo 33

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Jacob

Mi mano pasa por el libro que está leyendo para quitárselo y cerrarlo con el fin de dejarlo en la mesa, se cuán difícil es cuidar los libros y sobre todo los que están en la cabaña. Me acerco a ella mientras enreda sus piernas en mi cintura.

– ¿Aún sigues segura? No quiero obligarte ni nada. – Le pregunto.

Asiente con la cabeza.

– Lo estoy. – Responde ella.

Acerco mis labios con los suyos para ir lentamente mientras gozo del beso, mis manos se posicionan en su cintura para colocarla a horcajas sobre mi sin dejar mis labios sobre los suyos. Luego mis dedos juegan con su blusa hasta estar tocando su piel sin dejar el agarre en su blusa para ir subiendo con el fin de quitársela, sus manos rodean mi cuello, pero una la lleva a mi mejilla haciendo que se acerque más a mi y roce con mi entre pierna.

– Vayamos arriba. – Le digo separando mis labios de los suyos.

Trato de respirar, bueno mejor dicho de agarrar aire al igual que ella.

Una sonrisa se dibuja en mis labios.

– ¿Qué estas esperando? – Dice en su defensa.

– A tu aprobación. – Especto.

No quiero que se sienta obligada, es fácil decir y luego cambiar de parecer.

Aunque hare que no se arrepienta de esta noche.

Mis manos abandonan su abdomen para ir a sus muslos, me pongo en pie mientras la sostengo. En el camino ella viene susurrando en mi oído y besando mi cuello, trato de no caer en la tentación de hacerlo en el pasillo.

Soporta Jacob, ya casi llegas.

Si se puede, hombre.

Cuando llegamos cierro la puerta con una patada, me acerco a la cama para acostarme lentamente sin aplastar a Sheri, quedando encima de ella. Mis labios van con lo suyos donde se quedan un buen rato hasta que, bajo poco a poco, lento dejando besos por su cuerpo, mi mano entra en su enagua negra para ir desabrochando los botones para que sus bragas queden expuestas. Beso su pierna y a la vez la muerdo suavemente, mis manos juegan con el elástico de su braga hasta quitárselo en su zona.

– Te quiero, ahora. – Dice la rubia.

No se diga más, ya he alargado el momento.

El broche de mi pantalón se afloja, me lo quito junto con el bóxer, quedo completamente desnudo. Tomo asiento en la esquina de la cama para tomar el preservativo hasta que veo a Sheri frente mío.

– ¿Qué crees que estas haciendo? – Pregunta.

– Usar protección. – Respondo.

Ella toma el empaque y lo tira al otro lado de la habitación, se pone frente mío logrando que mi zona se ponga dura hasta que ella desciende. Hace una mueca de dolor cuando ya estoy dentro de ella.

– ¿Estás bien? – Le pregunto.

Asiente con la cabeza.

– Lo estoy. – Responde dándome una sonrisa.

Mis manos se posicionan en sus caderas, ella las mueve poco a poco.

Me quiere torturar ¿no?

Ella acerca sus labios a los míos, pero esta vez con mucha intensidad, abandono sus labios para bajar a su cuello donde mis colmillos salen y mis ojos se transforman en un amarillo vivo, un quejido abandona de la boca de Sheri. Regreso a ella con mi boca manchada de su sangre, paso mi lengua alrededor de la comisura de mis labios para limpiarme.

– ¿Estás bien? – Le pregunto.

– Si.

Con intensidad regreso a sus labios, esta vez dispuesto a devorarla toda. La llevo más adentro de la cama, poco a poco le pongo más velocidad hasta que siento un agudo dolor en mi cuello, gotas de sangre caen en las sabanas de la cama.

¿Me esta marcando? Me está marcando.

Ella pasa su lengua por sus labios rosados para después acercarlos a los míos con el fin de besarme con intensidad.

☾.

Sheri

La luz es suave e ilumina toda la habitación, todo es silencio. Mi mirada va hacia Jacob quien esta dormido, pensé que la primera vez iba a doler o posiblemente estaría sangrando, pero no fue así, el me trato de maravilla.

Malditas inseguridades.

Malditos miedos.

La misma sociedad o familia le meten ese miedo de la primera vez, no pienso hacerle eso a mi futura hija. Ella no merece eso.

Hago a querer levantarme, pero el brazo de Jacob me detiene.

– Quédate unos minutos así. – Dice con voz ronca.

No digo nada, solo me quedo.

Acaricio su cabello castaño mientras el acurruca su cara en mi pecho, es como ver a un bebé.

Esta chiquito, hay que cuidarlo.

– Te amo. – Susurro.

Unas sensaciones y sentimientos me invaden al oírlo, nunca antes me lo había dicho.

– ¿Qué dijiste? – Le pregunto.

Alza su mirada para verme mientras coloca sus manos en mis mejillas.

– Te amo, Sheri Donovan. – Responde para al final depositar un beso en la frente.

Mis labios se juntan con los suyos depositando un beso tierno y dulce.

Luego caigo en cuenta que ya tengo hambre, mi chico eleva una ceja porque leyó mi pensamiento.

– ¿Bajamos a desayunar, preciosa? – Pregunta.

– Bajemos. – Asiento.

Él se acerca a su bóxer que esta en el suelo para colocárselo mientras que yo solo tomo mis bragas y su camiseta azul que me llega hasta los muslos.

Bajamos de la habitación para ir a la cocina, ponemos café y hacemos unas tostadas para untarlas con Nutella.

Suena el celular de Jacob por lo que lo tomo y se lo paso para que el responda.

– ¿Sí? – Dice en la llamada.

Elevo una ceja cuando su rostro cambia por completo.

– Danos unos 20 minutos y llegamos. – Es lo último que dice para terminar.

Tan lindo que había empezado el día y ya hay problemas.

– ¿Y? – Le pregunto.

– Es Luke, el compañero de D. – Responde.

– ¿Qué pasa con él? – Cuestiono.

– Esta en la casa pidiendo la mano de D pero ella se niega. – Dice.

Oscuros SecretosWhere stories live. Discover now