Capítulo 38

7 2 1
                                    

Sheri

Las cosas en la fortaleza estuvieron tensas, con los días Delancy se fue para irse a New Haven donde estaría con su compañero y familia. Todos se encuentran ocupados, eso me hace sentir como una inútil así que empecé a trabajar en la soda de Aimee. Quien me recibió con los brazos abiertos.

— Todavía me sorprende que seas la compañera de Jacob. — Comenta ella mientras deja unos platos en la mesa de trabajo.

Yo me encuentro lavando los trastes cuando ella habla, me detengo un rato al oírla decir "compañera".

— ¿Cómo? — Le pregunto.

— Que seas la novia de él, vaya como cambia el lenguaje últimamente. – Responde ella.

Suelto un suspiro de alivio.

En eso ella se me acerca para darme un abrazo en cuanto termino de lavar los platos.

— Sabes que aquí tienes a una abuela postiza que estará ahí para ti. — Me dice en el abrazo para luego separarse y verme directamente —. Te vi nacer y te vi crecer, eres como una nieta para mí. — Agrega.

Hago un puchero ante sus palabras, me alegra contar con ella.

Las veces que he venido me ha tratado con muchísimo amor.

— Gracias, usted a sido un amor conmigo y no se como compensarle eso. – Le digo.

— Ya me has ayudado bastante en la soda, puedes irte. Yo cierro hoy el local. – Dice ella.

Elevo una ceja.

— ¿Segura? Puedo hacerlo yo... — Empiezo diciendo.

— Yo cierro hoy. — Me interrumpe —. Tranquila.

Ella coloca una de sus manos sobre mi hombro, escenarios llegan a mi cabeza ante su tacto. Donde la vi llorando con un chico rubio de ojos verdes, me dolía el pecho, ambos hablaban, pero no podía saber de qué. En varios escenarios veo a Aimee con mi papá, al parecer eran mejores amigos, el la quería como una madre, tanto así que la visitaba debido a que los hijos de ella la habían dejado abandona en cuanto estos hicieron su vida. Se olvidaron de su madre y eso la hacía sentirse sola. Me dio rabia al saber eso, ella seguirá teniendo un papel importante en la vida de papá y en la mía de eso me encargare.

Después de eso regreso a la realidad. Aimee me observa raro.

— Sheri ¿Estás bien? – Me pregunta.

Asiento lentamente con la cabeza.

— Si, estoy bien. – Respondo sin aliento.

Su aura es brillante, ella es inocente.

— ¿Llamo a Jacob para que venga a recogerte o...? – Pregunta, pero la interrumpo.

— No, no es necesario. Además, quiero salir a caminar un rato.

Ella asiente.

— Esta bien, ve con cuidado.

Me alejo de la lava manos para dejar mi mantel de camarera para observar a Aimee.

— Aimee ¿De qué generación es usted? – Le pregunto.

Su mirada llega a mi con una sonrisa en sus labios.

— Generación Z, linda. – Responde —. Ten linda noche. — Agrega.

Después ella regresa a guardar unas cosas dejándome sola en el lugar, decido irme de ahí. 

La noche es hermosa, la luna brilla como nunca antes eso solo indica que la luna llena es mañana. ¿Estoy nerviosa? Lo estoy, no sé qué me espera.

Espero sobrevivir al cambio...

El viento es fuerte y hace frío. Adelanto mi camino debido a que no es normal el silencio que hay, conforma camino escucho pasos detrás de mí. Me detengo, vuelvo la mirada atrás pero no hay nada.

— No seas paranoica, Sheri. – Me digo a mí misma.

Regreso a mi camino dispuesta a llegar a la fortaleza mientras hago una línea de tiempo en mi cabeza desde que llegue a este pueblo y de cómo acabe.

Hasta que un golpe en mi cabeza muy fuerte hace que se me nuble la vista y caiga al suelo.

☾.

Me invade un dolor de cabeza muy fuerte cuando abro los ojos poco a poco para ver mejor, frente de mi hay una figura masculina que no logro reconocer. Es alto, musculoso, de cabello castaño, sus ojos son avellanas este habla con una mujer en una llamada o eso me pareció.

— Aquí la tenemos, no te preocupes. — Dice en la llamada —. Todo esta bajo control, A. — Vuelve a decir en la llamada.

¿A? ¿Quién demonios es A?

Cuando ve que estoy despierta deja su llamada para enfocar su atención en mí.

— Ya despertó la bella durmiente. – Dice en burla.

— ¿Quién eres? – Le pregunto.

Este hace una mueca en su rostro.

— Fénix Morganti. Y tú eres Sheri Donovan, la hija de mi hermano. – Responde él con desagrado al final.

Frunzo el ceño ante su respuesta.

— ¿Eres mi tío? – Cuestiono.

— Hola sobrina. – Dice con una sonrisa cínica en sus labios.

Es obvio que no viene a crear una reunión familiar, ahora tengo miles de preguntas.

¿Por qué decide aparecer hasta ahora? Ni siquiera se digno en ir al funeral de papá.

— ¿Qué quieres? – Le pregunto.

— Veras rocitos de oro, debes saber que tu padre fue licántropo e intento casarme. — Comienza a responder —. Le hice creer que lo hizo, pero en realidad no estuvo ni cerca de lograrlo, por años me he encargado de aniquilar el heredero a ser el alfa de la manada. — Hace una pausa para humedecer sus labios mientras me observa de arriba a bajo —. Eso significa que tu eres la heredera en la manada, pero también significa que morirás.

Siento un balde de agua fría caer sobre mí, esto empapada y no puedo soltarme debido a que estoy amarrada a una silla de pies a cabeza.

¿Soy alfa de una manada? ¿Soy heredera a una manada?

¿Qué más no se?

— ¿Por qué hasta ahora me encuentras? — Le cuestiono.

— Porque todo este tiempo estuviste con tu madre, ella sabia a la perfección de lo que eres. — Responde —. Técnicamente perdió tu rastro de mi para que no pudiera casarte antes, sino no estarías viva a estas alturas. — Agrega.

Mi cabeza solo hizo una alarma en ese momento.

Debo salir de aquí.

Caigo en cuenta que tenia unos aparatos pegados a mi cuerpo, tenían una especie de goma, pero eran cables realmente largos que lo llevaban a una máquina. Abro los ojos de par en par al ver de qué trata. Antes de actuar recibo el primer choque eléctrico, un dolor en todo mi cuerpo me invade provocando que grite.

Oscuros SecretosWhere stories live. Discover now