Oscuros Secretos

Capítulo 40

Parte I

Jacob

En cuanto estos fueron, me pongo de pie dispuesto a subirme en mi auto. La furia me carcomía.

Se lamentarán de haber tocado un cabello de Sheri.

Alguien me detiene, me volteo dispuesto a hacerle frente, pero veo que se trata de una pelinegra que me sonríe, siempre tan oportuna.

- ¿Acaso quieres morir lobito? No pienso perderte a ti. - Dice.

- D

Le doy un abrazo, el cual ella corresponde.

- ¿Por qué demonios no respondías mis llamadas? - Le pregunta Thomas.

Mi hermana se separa de mi para ver a los demás y responder la pregunta del pelinegro.

- Estaba con otros asuntos, los cazadores quieren a Adelaide sí o sí. No hay punto medio.

La castaña se pone tensa al oír las palabras de la pelinegra.

- ¿Qué haremos? - Pregunta Travis.

- Pelear, así como lo haremos para traer a Sheri de vuelta. - Responde.

Me gusta esta Delancy, volteo detrás de ella y noto que esta Luke ¿Llego con ella?

Esto es más interesante de lo que pensé.

- ¿Cuál es el plan? - Le pregunto.

Ella suelta un suspiro.

- Luke utilizara sus poderes del inframundo para distraerlos, nosotros entraremos para recuperar a Sheri. - Responde.

- Acaban de salir ¿A dónde se dirige? - Cuestiona Adelaide.

Los ojos marrones de mi hermana pasan a ser negros, pero algo cambiaron en ellos, se puede notar el rojo sangre en ellos.

- Donde todo empezó, ahí van. - Responde.

Nadie dice nada, cada uno se fue en sus respectivos autos. No tuve la compañía de mi madre esta vez.

Cálmate Jacob, hay un plan.

Resiste Sheri, iremos por ti.

Cada vez que no escucho su voz en mi cabeza me siento más frustrado e impotente.

Prendo marca a la casa del padre de Sheri, es hora de enfrentarnos a la verdad.

☾.

Sheri

Me duele cada parte de mi cuerpo, el corazón me late por segundos sintiendo que se me va a salir, me duele respirar. No sé cuánto durare.

No escucho su voz.

Quiero oír su voz, si esta será mi último día aquí.

Mis manos y pies están atados a una cuerda que me lastima a más no poder, intento mantener fija mi mirada, pero estoy tan débil que ni siento control de mi misma. La luna llena pronto aparecerá.

- En serio que tu padre pensó que iba a ser sencillo desaparecerme. - Dice el pelinegro entre risas.

No digo nada.

- ¿Qué esperas para acabar conmigo? - Le pregunto.

Se ha tardado bastante, si tanto me odia debió acabar conmigo hace rato.

En el se dibuja una sonrisa mientras se acerca a mi hasta rozar su nariz con la mía.

- Ya lo sabrás, sobrina. - Responde.