Capítulo 21

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Sheri

Cuando llegamos a la casa todo parece estar tranquilo, los llavines están bien, nada huele mal. Todo está bien.

— No me gusta esto... - Dice la voz de mi mamá.

— Ni a mí, ella no estaba así hace unas semanas. – Comento.

— Recordemos que tu papá falleció hace un mes, cariño. La casa debió estar en paz mientras no hubiera nadie en ella. – Dice mamá.

Caminamos por cada rincón de la casa, observamos cada detalle, pero todo parecía estar bien.

Pierdo la esperanza de encontrar algo.

Toco las paredes de mi habitación cuando llego, me siento en mi cama, pero en un momento mi habitación se esfuma. Veía toda una familia asesinada con un rifle por la noche, no había gritos, solo se escuchaba el rifle, todos estaban dormidos en sus habitaciones, luego veo una mujer mantenía relaciones sexuales con un amante, en la misma cama en la que yo dormía. Mi respiración esta acelerada escucho a mamá llamarme por lo que salgo de mi habitación, pero en el pasillo me encuentro con un cerdo.

Frunzo el ceño al verlo.

¿Qué demonios? ¿Qué hace un cerdo en la casa?

En un intento de acercarme veo que este se mueve primero con unos ojos negros, aparece el niño que al parecer lo acompaña. Este toma el cerdo hasta matarlo para luego ponerse el rostro del animal en su cara.

Esto es repugnante y horrible.

El niño logra su cometido que fue tirarse encima de mí, me toca y siento un dolor muy agudo.

Todo mi cuerpo duele, mi mente solo me enseña escenas de una familia que era muy feliz hasta que fue asesinada, una mujer que engañaba a su esposo teniendo un amante, una niña hablando con un fantasma y está la llamaba Jodie, pero luego veo a la niña con este fantasma. Gotas de sangre salen en las paredes, una cinta amarilla y varios periodistas con ambulancias dentro de la casa.

Todo duele, podía sentir el dolor de este niño, pero no es un alma pura. No quiere paz, quiere quedarse.

Grito de agonía ante el dolor de las escenas y lo que siente ese niño, duele cada parte de mí.

— Sheri, cariño. Respira. – Dice la voz de mamá.

— No, no puedo. – Digo con dificultad.

— Hazlo. – Ordena mi mamá.

Trato de agarrar aire, así dure por tres horas.

Ella nunca me dejo sola, se quedó conmigo hasta que este mejor.

— Maldito demonio. – Digo molesta.

— Ten cuidado con tus palabras, Sheri. Ese demonio es el que se apodera de la casa. – Me regaña.

— Esta bien. – Es lo único que digo para soltar un suspiro y andar con mamá por la casa.

Salimos de la casa para llegar al patio, lo primero que noto es como un círculo, pero este incluye a la casa, una parte forma esta con el circulo y la otra no.

— ¿Qué es esto? – Pregunto mientras señalo la línea que conecta el circulo.

— Hubo un tiempo que dibujaban círculos en las casas que tenían identidades oscuras muy fuertes para mantener el mal dentro del circulo y que no saliera de ahí. – Comenta mamá.

— Jodie... Así se llama el fantasma con el que niña llegue hablar. – Digo en susurro.

Recuerdo que de pequeña cuando venía aquí jugaba con una niña que se llamaba Jodie, siempre reía y jugábamos al te o con las muñecas. Nunca me aburría.

Oscuros SecretosWhere stories live. Discover now