BESOS EN GUERRA (Terminada)

5. SI, QUIERO

                                         ✨Deja tu voto✨

¿Como explico que ni siquiera me he preocupado?

¿Como puedo mostrar lo liberado que me siento y lo que he disfrutado cuando le he dado a todos la noticia?

Es un hijo de puta porque se ve en la mierda y aún así juega al juego de "Has ganado". Tenía que decírmelo él para que no me enterara por terceros y quedara de cobarde, y lo que no sabe es que es un auténtico ridículo, y que tiene lo que merece.

Estoy feliz, muy feliz. Suena fuerte, lo sé, pero es la verdad, y a diferencia de mis hermanas, mi hermano y yo hemos brindado a escondidas porque por fin está donde debe estar. Me da pena por Camila, porque a pesar de todo, que justo hayan pillado a su padre con más de dos kilos de droga en un club de alterne, a horas de su boda, solo demuestra que este hasta teniendo mala suerte, jode a los demás.

Pero no lo pienso permitir, porque mi hermana mayor merece ser feliz, y Ken Dawson no va a joder su día.

Olivia fue a primera hora de la mañana junto con mi madre. Antes de noche no pudieron hacer nada más que esperar a que su abogado les diera respuestas, y después de todo, solo fueron para llevar algo de ropa y poco más.

Mamá había llorado de la impotencia, de saber lo ciega que había estado estos años, pero no dudó en acompañar a Oli porque esta no tenía que comerse el marrón sola, y Camila no podía acompañarla.

Han sido unas horas de lo más amargas para parte de mi familia, porque entiendo que ver a mi padre entre rejas no es plato de buen gusto, y menos un día antes de un día tan señalado para nosotros, pero la realidad es que nos hemos quitado un peso de encima, y que ya este señor no volverá a meter el hocico donde no debe.

No ha sido Lana precisamente quien ha acabado en la cárcel, y he tenido que sacrificar mucho para ello, pero espero que merezca la pena.

Ahora nada puede salir mal, y en menos de dos horas mí hermana estará casada con el amor de su vida y dándole color a un nuevo capítulo de su aventura.

Y no puedo estar más feliz por ello.

Acomodo mí pajarita a regañadientes y suspiro. Mí cuñado nos ha obligado a todos a que nos la pongamos porque corbata solo quería llevar él, así que por una vez en la vida tengo que hacerle caso aunque esta mierda me esté dando ansiedad.

He venido a casa de Camila a vestirme porque viendo lo visto no sé quién está más desesperado porque todo salga bien hoy, si mi hermana, o mi cuñado, que nos quiere cerca para tenerlo todo bajo control.

Aclaro mí garganta cuando acabo y me asomo a mirar a Trace, que está en una esquina de su habitación jugando con sus muñecas, muy seria. Según mi hermana lleva unos días de lo más rara, pero Fred dice que es por el estrés de la boda y que en cuanto todo pase, se la llevará de vacaciones a Disneyland.

Me acerco con el ceño fruncido y me agacho. Mí sobrina me mira con sus enormes ojos color miel, pero enseguida continúa a lo suyo.

—Hola preciosa.

—Hola —responde con esa vocecilla que me vuelve loco.

—¿Que haces aquí tan solitaria? —me siento en el suelo y la cojo para sentarla en mí regazo —Mm, por tu cara presiento que algo no va bien ¿no se lo quieres contar al tío Lucas?

Trace aprieta sus labios y me mira. Mí sobrina tiene cinco años pero cada cosa que dice la dice con conocimiento de causa, y a veces me da miedo hasta preguntar.

Se incorpora dejando su muñeca a un lado y veo como sus ojitos se llenan de lágrimas —¿Por qué el abuelo no quiere a mamá? —pasa una mano por su cara —Ella es buena.