42. ALTIBAJOS

5.6K 287 246
                                    

¿Que como me sentí?

Me sentí realmente impotente porque ya no podía hacer nada al respecto, porque mi novia había pasado por el trauma más grande de su vida y casi acaba con todo por mi maldita culpa.

Me sentí una auténtica decepción cuando en frío, analicé mi comportamiento de mierda y me di cuenta de lo egoístamente idiota que había sido, de la manera tan rastrera que había tenido de dejarla, y justo en ese momento.

Como siempre desapareciendo cuando menos debo.

Pero es que no era yo, en ese instante en el que Lana pronunció esa frase, cuando salió de su boca, automáticamente quise morirme, y sobre todo volver el tiempo atrás para que todo esto no hubiese pasado. Porque estoy seguro de que si yo hubiera estado bien con ella, ahora mismo mi hijo jugaría con su prima y tendrían la misma edad. O no, porque hubiéramos decidido no seguir por las circunstancias y situación en la que nos encontrábamos, pero fuese lo que fuese, estoy seguro de que Lana hubiera llevado esto de una manera más controlada y calmada.

Incluso si me lo hubiese contado después de haber pasado, yo habría mandado Nueva York a la mierda y me hubiera quedado a cuidarla, pero es que lo pienso y me parece todo tan complicado...

Ella me ha pedido no contarle nada a nadie. Me ha dicho que eso quedará entre nosotros tres de por vida y será un desastroso recuerdo que debe quedar en el pasado. Y estoy de acuerdo, pero es demasiado duro y sé que me dolerá y pesará hasta el final de mis días.

Cuando salí del hospital, solo tenía ganas de beber y morirme. Opté por llamar a Sean, contarle que había discutido con la Morena y que necesitaba que me acompañara a pasear.

Acabamos en un banco, mirando a la gente pasar en total silencio.

Se lo agradecí con un chocolate caliente después, y a eso de las tres, volví a casa, quise saber de mi novia, la vi a ella junto al otro amor de mi vida, dormir en mi cama, y dejé un beso y los regalos, antes de escabullirme hasta la habitación de invitados, donde mi móvil comenzó a sonar a pesar de las horas y me encontré con la voz rota de la mejor amiga de mi novia y su clara desesperación.

Beca no podía dormir porque estaba demasiado preocupada por Lana. Le aseguré que estaba bien, y cuando pudo por fin relajarse, me echó los perros y me dio la charla de mi vida, a parte de explicarme como fue todo desde su punto de vista y querer morirme después de eso, un poquito más.

Escuchar de su boca todo lo que pasó y se preocupó por mi novia, me dejó helado. Tenía que dormir día si día también con ella, tenía que ayudarla a controlar manías que con el tiempo ha podido ir superando, ha tenido que despertarse de madrugada innumerables veces para acompañarla a vomitar y yo solo le puedo agradecer porque sin ella no sé qué hubiera sido de mi chica.

Ahora estoy en casa, esperando a que Lana regrese de comprar la cena. Ha ido con Trace y con Víctor a por McDonald's de nuevo porque es el último día de mi sobrina y a mi me ha tocado poner la mesa, que por cierto hace un rato que está puesta y estoy aprovechando para hacer FaceTime con Rebecca mientras espero a que mi familia regrese.

—Estaba muy tranquila —digo —La verdad que no pensé encontrármela así.

Beca sonríe al otro lado de la pantalla —Está volviendo a ser ella, y también pienso que contártelo a ti la ha liberado —hace una mueca —Hasta hace nada ese tema era tabú.

Suspiro pesadamente y paso una mano por mi pelo —Me ha pedido que no le cuente nada a nadie, y por supuesto que no lo iba a hacer. Sé que esto debe quedar entre nosotros.

—Es mejor así, Lucas. Sus padres sufrirían mucho, al igual que tu madre y vuestros hermanos, y es mejor guardarlo como una vivencia más.

Muerdo mi labio —Yo no lo viví, Rebecca, y creo que eso me perseguirá toda la vida porque no acompañé a mi Morena en el momento más duro de su vida.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora