7. ESE FUEGO QUE PROVOCAS

4.3K 289 194
                                    

Lana y yo no hemos vuelto a mediar palabra desde que volvimos del jardín. Si hemos intercambiado miradas, hemos reído junto a los demás y hemos brindado por la felicidad de nuestros hermanos, un par de veces.

Trace ha vuelto a intentar hacer de las suyas obligándonos a sentarnos juntos, y nos hemos reído porque los cinco años de mí sobrina dan para mucho. Habíamos aparecido de nuevo en la mesa unidos a su mano, y ella le había pedido a mi hermano y los demás que aplaudieran, porque según dice "Somos los mejores tíos".

Toda una Showwoman atrapada en un  pequeño cuerpo.

También, Olivia ha venido a abrazarme después de la insistencia de Tom, y yo le he correspondido el abrazo porque es nuestra manera sutil de pedirnos perdón.

Eso de decirlo directamente no entra en nuestro mood de orgullosos y cabezones.

Ahora ya la Copa de vino ha pasado a un segundo plano, la comida también a pesar de que me comería ahora mismo otro solomillo de esos que nos han puesto, y lo que reina a nuestro alrededor es un buen rollo brutal, entre vasos de Ron y vodka, y los bailes divertidos que se han echado los novios.

Doy un buche a mi bebida y observo a Cami y Fred bailar como locos, rodeados de sus seres queridos y amigos de ambos. A mi la chaqueta ya me ha sobrado, a pesar de que el frío se cuela y bastante, por la carpa, y a penas estoy moviéndome.

Siento a alguien posarse a mi lado en la mesa de chuches y giro mi cabeza para ver a Julie, que ya se ha soltado el pelo y va bastante contenta.

—¿¡Que haces aquí tan sólo!? —pregunta por encima de la música.

—Llevo solo casi todo el rato —me encojo de hombros —Me gusta observar todo desde mi soledad.

Juls suelta una carcajada porque está un poco borracha y la agarro del brazo porque tropieza con sus propios pies —¡Mi hermana está muuuuuy contenta! ¿Que habéis hablado?

Trago grueso alzando mis cejas y me río porque mi cuñada es un espectáculo —Nada, hemos decidido dejar el pasado atrás e intentar llevarnos bien.

Julie frunce el ceño —¿Ahora sois amigos?

—Digamos que si —hago una mueca.

Jadea, bastante exaltada, y me da en el hombro con fuerza haciéndome retorcer de dolor —¡Que fácil ha sido! ¡Con los cinco años de mierda que nos habéis hecho pasar!

Me río por su media lengua y niego. Esta noche no creo que llegue muy bien a casa, y espero que mi hermano no acabe igual porque a ver quién lleva el coche y a la hija mayor de los Miller, borracha.

Después de unos minutos, Julie vuelve a hablar —Ven — tira de mi mano y la miro confundido.

—¿A donde?

—Tú solo ven, Dawson, y confía en mí.

Me dejo llevar por ella, que se cuela entre la gente sin importar a quien se lleva por delante, y frunzo el ceño cuando veo que se está acercando a la aglomeración de niños pequeños que esperan su turno para montar en el castillo flotante.

No, no voy a pasar por esto, y espero que Julie entre en razón porque si no va a hacer un ridículo espectacular.

Verifico que efectivamente mi cuñada quiere dar rienda suelta a su infantilidad y llevo una mano a mi cara, viéndola quitarse los zapatos.

—¡Estás loca, Miller! —agarro su muñeca para que pare pero se suelta rápidamente, haciéndome suspirar.

¿Desde cuando ha dejado de ser la más reservada de sus hermanos?

BESOS EN GUERRA (Terminada)Where stories live. Discover now