20. A LA MIERDA LA NUEVA VIDA

4.3K 262 231
                                    

Beso la espalda desnuda de Aly y se remueve, haciéndome sonreír. He pasado una noche que hacía mucho no pasaba. Las comparaciones siempre son odiosas, pero juro que ha merecido la pena, y me arrepiento de no haberme dejado llevar con ella antes, sin estar borracho.

Aly no es salvaje. Es romántica, intensa, delicada... Pero te puede llevar muy lejos con sus movimientos y su manera de tocarte. Nunca he experimentado este tipo de sexo, pero ha sido un gran descubrimiento.

Anoche después de todo, le dije que no tenía porque irse, aunque al principio dudara de si era buena idea o no, pero esta mañana no me ha importado en absoluto despertarme con ella al lado.

Arrugo mi nariz porque parece que no va a despertarse para empezar la mañana como se merece y suspiro, agarrando mi móvil para ver mis notificaciones. Tengo bastante trabajo esta semana, pero si me pongo a adelantar algo, el miércoles podré quedarme más tranquilo por fin.

Bostezo mientras coloco la huella de identificación y frunzo al ceño al ver que tengo cinco llamadas perdidas de Lana. No entiendo que quiere, pero dudo que sea importante y ahora mismo no me apetece hablar con ella.

Estoy intentando dejarla atrás y he dado un paso gigante, así que debo bajar los niveles con la Morena y no estar pendiente todo el rato de lo que quiere. Si mi familia no me ha avisado de nada, dudo que pase algo grave.

Quito las notificaciones de llamadas de la barrita de información y sigo bajando, encontrándome con mensajes del trabajo, Sean, y el planning de la semana que viene.

—Por un momento me he asustado al ver que no estoy en mi cama —Aly habla y la miro.

Su pelo está rebelde apuntando hacia todos lados, sus ojos entrecerrados y sus labios con restos del pintalabios que llevaba anoche. La miro con una sonrisa y dejo mi móvil a un lado para acomodarme de lado y mirarla, mientras ella sonríe porque seguro que la estoy intimidando.

—Buenos días, señorita "Yo suelo levantarme temprano"

Se ríe y echa su pelo hacia atrás —No puedes pretender que me levante a las siete cuando anoche acabamos tan tarde.

Me acerco un poco más y escondo mi cara en su cuello —No pretendía que lo hicieras.

Eso último lo susurro, y noto como se estremece mientras un jadeo se escapa de sus labios.

Anoche cuando le dije que quería avanzar, me dijo que si no lo veía no lo creía, así que supongo que tengo que demostrarle que realmente he pasado página.

Muerdo su oreja sutilmente y ella lleva una mano a mi pelo, para echarlo hacia atrás.

—Lucas...

—¿Mm? —planto mi mano en su abdomen y continúo, besando su cuello.

—Ahora no me parece buena idea.

—¿Razones?

—He quedado a comer con mi familia en una hora y tengo que pasar por casa.

Freno y me incorporo para mirarla. Tiene una sonrisa divertida en su rostro, que quita cuando se acerca un poco más a mí y deja un suave beso en mis labios.

—Pensaba que había una razón de peso para dejarme con las ganas.

Se ríe y le dejo espacio para que se levante. Se tapa con las sábanas a pesar de que ya la he visto desnuda, y yo pongo las manos detrás de mi cabeza mientras observo cómo busca su ropa, algo nerviosa.

Para mi no es un problema estar desnudo delante de Aly, y dudo que ella después de todo, tenga algún problema, pero si aún no tiene la confianza ni la naturalidad de pasearse desnuda frente a mí, debo respetarla, aunque me parezca preciosa en todos los sentidos.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora