BESOS EN GUERRA (Terminada)

44. TRES Y MEDIA

Lana.

Trace niega —No, papá, el papá de Noah es amigo de tío Lucas y por eso él está aquí.

Mi hermano sonríe frente al pequeño Noah y este aprieta sus labios con una pequeña sonrisa. No puedo creer lo educado e inteligente que es. Sabe perfectamente que todos nosotros somos parte de su familia, pero ni siquiera ha mencionado una palabra de ello, no se le ha escapado...

Se nota que está bastante bien enseñado.

—Me has caído muy bien, Noah —Fred le ofrece su mano y veo a Trace sonreír —Pareces un chico genial.

—Gracias, señor.

Uy señor.

Me río sin poder remediarlo y miro a Beca mientras le doy un buche a mi té. Mi amiga muerde su labio muerta de amor porque este pequeño es su debilidad, y enseguida pone atención de nuevo, a la conversación que están manteniendo mi hermano mayor con su sobrino político.

Fred no puede parar de reír y niega —Llámame Fred, Noah. Soy el papá de Trace y Trace es tu amiga ¿no?

Mira a mi pequeña y sonríe —Si, es súper buena y me ha dejado su teledirigido de Batman.

Pasa una mano por su pelo —Pues por eso, ya tenemos confianza —mi hermano besa la mejilla de su hija y se levanta, dejando a esta en el sillón, junto a Noah —Ahora a jugar, chicos. No hagáis ruido que el tío Lucas duerme, Trace.

Los pequeños asienten y veo como Freddy pasa una mano por su cara y se tira en el sofá junto a la sobada de mi hermana, que ha llegado hace escasamente veinte minutos del Hospital y ya está profundamente dormida.

Bárbara, Tom y Julie, Fred y Camila y Oli, han llegado a eso de las nueve, todos juntos, porque por lo visto a Olivia la noticia le ha pillado en Chicago y se ha unido al viaje junto a la familia.

La cara de los Dawson no eran del todo buenas, pero entiendo que las horas de vuelo y la incertidumbre de no saber a ciencia cierta y bien lo que pasaría con Marie, los ha tenido en tensión, por eso no les reprocho que hayan llegado a casa, hayan dejado sus maletas y se hayan marchado sin más.

Bueno, Bárbara me ha dado un beso y un abrazo rápido.

Mis hermanos si me han saludado antes de acompañar a sus parejas, y ahora están aquí porque no podían quedarse más de cuatro personas en la Sala de espera.

Operan a la abuela de mi novio en tres horas, y este ha aprovechado que ya está su gente aquí, para venir a ducharse, comer y descansar un poco.

Nada más llegar a casa, me ha visto organizando maletas en cada habitación, junto a Beca, a la que ha saludado con un abrazo y ha agradecido que haya decidido venir a verme para así no estar mucho tiempo sola. Y a continuación, se ha enfadado porque "Tú no tienes porqué hacer eso" Pero le he dicho que me da igual y que enfadándose solo va a conseguir arrugarse como un Vaquero gruñón.

Siento la necesidad de estar a solas con él, pasar tiempo juntos y tener encuentros sexuales cada vez que nos de la gana, pero eso ahora es un poco imposible, y a partir de mañana mucho más, porque empezamos la jornada completa de trabajo y no llegamos a casa hasta eso de las nueve de la noche.

Tantas horas metidos en la Oficina... Al llegar a casa solo vamos a tener ganas de dormir, y ahora me voy a tener que plantear seriamente montármelo con el Vaquero en los archivos. Opción que siempre me ha parecido válida e interesante pero que nunca me animaba a hacer. Ahora eso ha cambiado, y Lucas no se hace una idea de las ganas que tengo de que me lo haga entre carpetas, bocetos y contratos.