40. HAY ALGO DEL PASADO QUE AÚN DUELE

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EL ABORTO (PARTE 1)

Lana.

¡Las horas de avión con Trace han sido de lo más estresantes!

Imagina a una niña en edad de preguntarlo todo, entablando conversación con medio mundo y metiéndose en las discusiones de la gente. A los pasajeros les ha hecho gracia, pero Lucas y yo hemos tenido que pedir perdón un par de veces porque esta niña definitivamente no tiene filtro.

“—¿Por que no tienes pelo? ¿Estás estresado? Mi mamá dice que se le cae el pelo cuando se estresa"

Se lo ha dicho a un señor delgaducho y calvo que discutía con la azafata porque no le habían traido lo que él había pedido. He querido que la tierra me tragase y su tío le ha pedido disculpas al hombre, intentando contener la risa como ha podido.

Lo bueno de todo esto, es que eso le ha subido un poco el ánimo a mi Vaquero, que desde que volvió ayer con su hermano de arreglar los temas del juicio, está de lo más deprimido.

Le pregunté un par de veces que ocurría, y él solo me pidió que lo abrazara y besara mucho porque era lo único que necesitaba. No dudé en mimarlo porque si me pide el cielo se lo bajo, pero no puedo evitar darle vueltas al coco sobre que es eso  que lo hace estar así y que parece no pasar con nada.

Ahora se está dando una ducha. Dice que está demasiado cansado y va a dormir un poco, y Trace y yo estamos tomando un zumo con el pijama puesto porque también vamos a descansar un rato.

Nos duchamos nada más llegar, a eso de las nueve de la mañana, pero Lucas prefirió deshacer la maleta  y organizar el trabajo de la semana que viene, antes, para así ducharse y acostarse tranquilo.

Víctor en cambio ha preferido aprovechar el día, así que nada más llegar, ha dejado todo y se ha ido a desayunar con sus amigos. Es normal teniendo en cuenta que su actividad física diaria es considerable, y que se ha tirado todo el viaje de regreso, dormido.

Echo mi pelo hacia atrás y observo a mi sobrina que hace una mueca.

—¿Estás bien, bebé? —me arrodillo frente a ella y me mira —Tienes mala cara.

—Me duele la cabeza y quiero vomitar.

Frunzo el ceño porque me parecería demasiada casualidad que se enfermara justo esta semana y paso una mano por su pelo, preocupada.

—Seguro que ha sido por el viaje, Trace. Han sido muchas horas de avión y no estás acostumbrada.

—Mamá siempre me hace masajitos en la tripa para que se me pase las ganas de vomitar.

Sonrío y muerdo mi labio —Pues venga, vamos, que te voy a dar masajitos en la tripa.

Mi pequeña sonríe y agarro su mano para ir hasta el Salón, chocándome al salir con mi Vaquero que solo lleva el pantalón de pijama puesto y sus zapatillas de andar por casa.

—Lucas... —sonrío —Te hacía dormido.

Niega y se agacha para coger a Trace en brazos —He venido a por vosotras, si no, no puedo dormir —besa la mejilla de la niña y muerdo mi labio.

Esto me remueve demasiadas cosas dentro.

Intento poner mi cabeza en otro lado y disfruto de la estampa que tengo frente a mis ojos. Mi novio besando los mofletes de mi sobrina mientras esta se ríe y agarra sus mejillas con fuerza.

Me quedaría en este momento para siempre.

—Que bonitos sois —digo.

Lucas me mira y después de unos segundos sonríe, acercándose a mí y dejando un beso en mis labios.

BESOS EN GUERRA (Terminada)Where stories live. Discover now