BESOS EN GUERRA (Terminada)

6. LA PROPUESTA DE TRACE

Paso una mano por mi pelo, atacado de los nervios, y lamo mis labios cuando Lana me sonríe y espera a que diga algo. Y tengo muchas cosas para decirle, pero ahora mismo no me salen las palabras.

Ahora que la tengo más cerca, me tiembla absolutamente todo, y desearía que no me sonriera así, por mi estabilidad mental.

—Q-que... —aclaro mi garganta —¿Que tal? —dejo escapar todo el aire, junto con una sonrisa —¿Como estas? Te veo... Estás... —soy idiota —Estás muy guapa.

Joder, Lucas, que han pasado cinco años ¿solo se te ocurre eso?

Agacha la cabeza, pasando su pelo por detrás de la oreja —Gracias —asiente y me mira con una desconfianza que me descoloca —Estoy bien ¿Y tú? ¿Que tal todo?

Asiento con una sonrisa —Bien también.

Intento controlar mis ojos, porque están locos, observando cada parte de su cuerpo, y parándose sobre todo en esa boca que...

Arruga su nariz y miro como sus labios se fruncen en el camino —Te veo cambiado.

Frunzo el ceño —¿Cambiado? No he cambiado mucho estos cinco años.

Sonríe y alza una ceja —Te has dejado crecer la barba.

Eso me genera cosas en el estómago y muerdo mi labio porque veo que mi barba trae cola.

Me gustaría decirle que ella si que ha cambiado, y que está el doble de guapa que hace unos años, pero que estemos manteniendo esta fría conversación no me da la confianza a nada más que no sea seguir el protocolo.

Paso una mano por mi barbilla y ladeo la cabeza —Me veo mucho más hombre e interesante con ella.

Alza una ceja y sonríe pícara —Venga ya, Vaquero si...

Enseguida se arrepiente de haberme llamado así y se pone sería, llevando una mano a su boca y cerrando sus ojos. Yo tenso la mandíbula porque no me lo esperaba, pero no puedo quejarme porque ese "Vaquero" Me ha dado vida.

—Lo siento —susurra.

Niego, molesto, porque no tenía que haberme pedido perdón, pero intento disimularlo sonriendo y restándole importancia.

—No pasa nada —dejo escapar el aire —Dejamos nuestra historia en un punto en el que me llamabas así, y no nos hemos vuelto a ver desde entonces.

La miro fijamente y ella lo hace también, mordiendo su labio y volviéndome loco por eso —No me metas, yo no dejé nada. Tu me dejaste a mí.

Y aquí es la parte donde comienzan los reproches y el mal rollo de nuevo, y sinceramente no me apetece.

Era algo que me esperaba, incluso pensaba que no reaccionaría tan bien como lo ha hecho y directamente iría a saco a por mí, y aunque no ha sido tan así y lo agradezco, esto tenía que tener su parte mala.

Remuevo mí pelo —Tienes razón, pero yo...

—Déjalo, Lucas –interrumpe, cerrando sus ojos —Pásatelo bien.

Y no me da tiempo de más, se pierde entre la gente y me quedo ahí parado como un estúpido porque aún no he asimilado el hecho de que hemos cruzado un par de palabras.

Está claro que no las que deseaba, pero hemos hablado. Hemos hablado después de cinco años y creo que me he dado cuenta de que sigo sintiendo cosas, mariposas, algo...

💋💋💋

No sé como sacarme de la cabeza esa manera tan fría y distante de tratarnos. Realmente no sé que esperaba porque la última vez que la vi, le grité y le dije que me dejara tranquilo, y a partir de ahí mi vida se fue resquebrajando poco a poco.