XVII-A•Life is hard

1.4K 148 179
                                    

Advertencia: Este capítulo es el más largo hasta ahora. Lo dividiré en 3 secciones para quien se quiera tomar un descanso de por medio.

Advertencia 2: Esta parte y puede que la última, tienen escenas fuertes que pueden ser desagradables para algunos. No menciono exactamente que son para no hacer spoilers, pero quedan advertidos.

Sección A: La vida es dura

Frustración. Repugnancia. Rencor. Desconsuelo. Era lo que el demonio sentía en aquellos momentos, mientras devolvía al exterior lo que le habían obligado a ingerir. Lágrimas incesantes caían de su rostro y sus lamentos eran sonoros. Su amigo se encontraba junto a él, sobándole su espalda con la esperanza de relajarlo. A él también le salían pequeñas lágrimas de sus múltiples ojos ocultos bajo su máscara. Por fin, el pelirrojo había parado de regurgitar, así que descargó el retrete donde había soltado todo. Su entrecejo se frunció al ver los pedazos de carne apenas digeridos dentro de este, era una vista repulsiva y le comía por dentro. Tan pronto como desapareció su vómito del excusado, se sentó en el suelo del baño, con su cabeza escondida en sus brazos, dejando que su llanto se apagase poco a poco.

- ¿Te sientes mejor ahora? - preguntó preocupado

- Acabo de vomitar a mi mejor amiga después de haberla comido. ¡Nunca más voy a estar bien! - clamó Kooji con rabia

- Tienes razón. Perdóname, fue tonto preguntar... -

- No, yo lo siento, Luka... no quería hablarte mal. Es solo que, *snif* acabamos de perderla. ¡A nuestra amiga! Aún tenía tantas cosas que decirle... pero ella se fue, para siempre... y no va a volver... - el solo pensar en ello hacía que sus lágrimas fluyeran con mayor rapidez, su cuerpo entero temblaba y no quería nada más que detener ese sentimiento de desesperación. - Ella siempre fue tan tierna y agradable. Sus manos eran tibias y su sonrisa era brillante. Tan decidida y ¡valiente! Ni siquiera nos tenía miedo. Solo le temía a "ellos". Jamás nos contó quienes eran, ni de donde se había escapado, ni por qué padecía de aquella extraña enfermedad. Recuerdo el día que la curé, se sentía tan vivaz y energética... Y todo solo fue...*snif* ¡en vano! ¡Por qué al final, en el momento de la verdad, no pude hacer nada para salvarla! ¡Soy patético! -

Antes que pudiera procesar lo que hacía, estaba abrazando a su compañero y llorando en su pecho. Este le correspondió al gesto, acercándolo aún más a sí y descansando su mentón encima de su cabeza.

- No eres patético, hiciste lo que pudiste. - habló casi en un susurro

- Si hubiera hecho todo en mi poder, quien estuviera muerto sería yo y no ella... - confesó entre más lágrimas. - Aun carezco... *snif* de resolución, pero eso pronto cambiará. Yo... -

Parecía que el pelirrojo diría algo, mas aún no encontraba las palabras correctas para decirlo, ni tampoco podía dejar de llorar la muerte de su ser tan querido. Luego de minutos interminables de sollozos y penurias, Kooji logró calmarse un poco. Ahora su actitud había cambiado. Se separó del otro demonio y lo miró con determinación.

- Luka, yo... me he decidido. Quiero lograr un mundo donde podamos vivir en armonía con los humanos. No quiero que sigan muriendo innecesariamente cuando podrían disfrutar de una vida de libertad y dicha. No quiero que demonios como nosotros sean obligados a ir en contra de sus principios. No quiero que el pueblo siga viviendo en ignorancia. Quiero tener más amigas como ella, pero esta vez quiero poder lograr protegerlas y cuidarlas. Y juro solemnemente que no volveré a comer carne humana nunca jamás, ni aunque intenten obligarme. ¿Me ayudarías a cumplir mi sueño? -

ᴇɴᴅᴇᴀʀᴍᴇɴᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora