X•For the damaged

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NOTA: El capítulo está bien pinche largo y es un carrusel de emociones.
Solo advierto.

(Ah, y no se emocionen que, aunque las cosas se pongan calientes, no hay lemon xd)

Para el dañado.

Ayse nunca había imaginado que en su casa habría lugar para tanta viveza y algarabía. Después que dejaran a la humana bajo su cuidado, Kooji y Luka venían más a seguido, con la esperanza que hubiese despertado. Ella siempre negaba, esperando que se alejaran, pero el obstinado médico se las arreglaba para convencerlos (a ella y a su mejor amigo) de quedarse a comer, y no ayudaba el hecho de que Poch, estuviera de acuerdo con él. Además, sus perros lo amaban porque siempre les traía comida o juguetes. Aunque debía admitir que hablar con varias personas después de pasar todo el día bajo silencio y tensión por que pudieran descubrirla, era relajante.

- ¿Algo que comentar sobre Jiev? – trajo el tema Luka antes de darle un bocado a su carne

- Nada importante. Como pudieron darse cuenta ustedes mismos, tan pronto como la humana “desapareció”, regresó las medicinas, ni yo sé dónde las tenía escondidas. Está más tranquilo y de buen humor de que la hayan sacado de la villa. – contestó la chica de piel oscura y cabellos claros

- Hacerse pasar por uno de nosotros tiene sus ventajas. Puedes informarnos de lo que se le ocurre a ese cara-estirada. – ofendió el doctor al llamado Jiev

- Vamos, Kooji, puede que odie a los humanos, pero hasta ahora ha sido muy buen jefe. Se preocupa por cada uno de nosotros. – corrigió su amigo de cabellos rosa

- Tanto que nos quitó la medicina… - refunfuñó el más pequeño

- Jaja, es cierto que puede ser un tanto extremo y de alguna forma Ayse logró que él confiara en ella, quizás porque Myzha no puede hablar, así que no debe desperdiciar esa oportunidad. – habló su padre – Pero te recuerdo que debes ser muy precavida. Si te descubre, todos sabemos que armará un lío. –

La mencionada suspiró, mientras tomaba un poco de su comida y se la daba a sus hermosos perros lobo. Kooji, el demonio de pelo rojo, estaba pensativo. Su mente perdida en todo lo que había ocurrido recientemente. A pesar de que la conversación seguía, él ya no formaba parte de ella.

Un ruido como de objetos moviéndose pudo escuchar desde el cuarto de su amiga, mientras el resto lo ignoró por estar entretenidos en la charla. Tan pronto como lo escuchó, el ruido se detuvo, como dándose cuenta de que no se supone que deba ser oído.

- Ayse, ¿puedo hacerte una pregunta? – dijo el médico

- Por supuesto, estamos conversando. – esta vez ella tomó un bocado de su comida

- La humana ya ha hablado contigo, ¿verdad? – declaró y la habitación entera quedó en silencio

Antes que la joven pudiese decir una palabra, varios sonidos aún mayores pudieron ser escuchados por todos. Era el rugido furioso de un demonio salvaje y un objeto estrellándose estruendosamente contra otro. Los 4 se levantaron con velocidad y salieron de la casa, para encontrar una escena increíble. Kooji corrió hacia ella antes que nadie, siendo seguido por los lobos de Ayse. Los otros quedaron mirando atónitos sin poder procesar que estaba pasando.

///13 días antes///

Habían pasado unos días desde que salieron de la villa. Hasta ahora no había demonios alrededor, las anteriores misiones de exploración se habían asegurado de barrer la zona de amenazas, pero sabían que tan pronto se alejaran de esa zona “segura”, empezarían a encontrar uno que otro y eso los tenía un tanto nerviosos.
Mientras Emma se encontraba en el largo asiento trasero haciendo dios sabe que, Ray estaba sentado en el asiento de copiloto, observando todo lo que Hayato hacía, intentando interiorizar cada uno de sus movimientos. El rubio se percató de esto y se incomodó un poco.

ᴇɴᴅᴇᴀʀᴍᴇɴᴛWhere stories live. Discover now