ocean eyes ▭ nagisa shiota

veintitrés

capítulo con contenido +18 (no es nada fuerte pero me veo obligada a poner el aviso)

ESA MISMA noche, Iris, Nagisa, Fuwa, Kayano, Karma y Terasaka se enfundaron en sus trajes de educación física y de colaron en el siguiente lugar de ataque del ladrón de ropa interior.

— Oye, Fuwa, ¿y cómo sabes que este lugar va a ser el siguiente objetivo del culpable?— Preguntó Terasaka rompiendo el silencio.

— Es un centro de preparación para profesionales del entretenimiento, hay un grupo de idols bien dotadas que llevan aquí las últimas dos semanas practicando sus últimas coreografías.

— Sí.— Secundó Ritsu, luego añadió:— Y basándonos en la conducta del sospechoso, hay casi un 100% de posibilidades de que tenga este sitio como objetivo.

— Además.— Prosiguió Fuwa.— Mañana es su último día aquí, es imposible que nuestro hombre deje escapar unos trofeos de primera categoría como estos.

Todos se escondieron y observaron el lugar con paciencia y sigilo, entonces Iris señaló a unos matorrales de los que se asomaba la cabeza de Koro-sensei.

— Koro-sensei, ¿él también está tratando de cazar al verdadero ladrón?— Susurró la rubia, Terasaka se apresuró a contestar.

— Pues con esas pintas parece que el ladrón sea él.

— Está tan emocionado por encontrar al culpable que está temblando al ver la ropa interior.— Opinó Fuwa.

— Pues a mí me parece el culpable lo mire por donde lo mire.— Siguió Terasaka. Karma sonrió divertido, aunque su semblante se volvió serio al ver a un hombre con un casco amarillo correr por el patio.

— Eh, mirad.— Susurró.— Lleva una máscara.

— Y es grande.— Prosiguió Iris, se sonrojó al descubrir el doble sentido de la frase.— Me refiero a la persona.— Corrigió con nerviosismo al ver la mirada de Karma, esta bailaba entre Nagisa y ella todo el rato.

El impostor se aproximó a la ropa interior y comenzó a tomarla con rapidez.

— Por cómo se mueve no puede ser alguien normal y corriente.

— ¡Oh, no! ¡Se escapa!— Gritó Iris saliendo del escondite, en ese mismo momento Koro-sensei saltó sobre el ladrón de sujetadores.

— ¡Te tengo! ¡Así que te has disfrazado de mí y has hecho cosas con las que yo tan solo puedo soñar! ¡Te desnudaré y me ocuparé de ti de cabo a rabo!

— A mí eso me ha sonado peor que ser un ladrón de ropa sujetadores.— Soltó Nagisa, Iris rio suavemente.

En ese momento, Koro-sensei le sacó el casco al impostor revelando a uno de los subordinados de Karasuma.

— ¿No es un subordinado de Karasuma?— Preguntó Kaede, todos la ignoraron ya que no hacía falta una respuesta.

En ese momento, una celda blanca atravesó el césped encerrando a Koro-sensei en ella.

— He negociado con el Gobierno para que me prestaran a uno de los hombres de Karasuma, y te ha hecho caer en esa trampa construida con material anti-sensei.— Shiro hizo una breve pausa y continuó hablando.— Es lo mismo que hicieron tus estudiantes en esa isla del sur, lo jóvenes tienen unas mentes muy flexibles, primero atrapar y luego golpear.

Shiro chasqueó los dedos y entonces Itona hizo acto de presencia.

— ¡Koro-sensei, en comparación conmigo eres débil!— Y dicho aquello, se lanzó de lleno a la jaula listo para golpear al pulpo.