prólogo

1.5K 177 22
                                    

AQUEL DÍA, recordaba aquel día como si hubiese sido ayer.

El día que conoció a Nagisa Shiota fueron exactamente dos semanas antes de que La Luna explotase y que la vida de Iris diese un vuelco.

Iris recordaba el edificio de la clase 3-E como un lugar especial, un lugar para el asesinato.

Recordaba haber subido la colina nerviosa y sin cruzar ninguna palabra con su hermana. Tenían vergüenza y sentían que en cualquier momento las llamarían deshonra.

Pero ese momento no llegó.

Iris y Río se adentraron en la clase con el ánimo por los suelos, les sonrieron levemente a las caras conocidas, como a Isogai, Hayami, Kurahashi o Maehara, con quien Iris mantenía una especie de relación.

No habían muchos asientos ocupados, la chica de coletas se dirigió a uno de los asientos de la segunda fila, justo al lado de la ventana.

Minutos después, un chico se sentó a su lado, quedando en el medio de las hermanas. Su pelo era azul, y sus ojos, Iris no había visto unos ojos tan bonitos en toda su vida. Azules como el océano, así eran.

Él sonrió amable en su dirección:- Hola, soy Nagisa, Nagisa Shiota.

Iris sonrió automáticamente, como si tuviese miedo de que al no hacerlo el chico se alejase de ella.

- Iris Nakamura.- Sonrió levemente al ver cómo Nagisa intentaba apartarse el pelo de su campo de visión.- ¿Te ayudo?- Iris no esperó respuesta, ya que se levantó de su sitio y se colocó tras el chico.

- ¿Q-Qué haces?

- Ya lo verás.- Sacó un par de coletas de su muñeca y comenzó a peinarlo con delicadeza.

Nagisa estaba tenso, su pelo era un tema que prefería evitar.

- Espero que ahora estés mejor, aunque si quieres variar de peinado puedes avisarme.- Iris sonrió amable y Nagisa por instinto lo hizo también, pero entonces la puerta del aula se abrió y por ella entró la profesora.

Tenía el pelo corto y negro, grandes pechos y una cálida sonrisa. Iris no puedo evitar mirar la camiseta que traía.

- Es la cosa más fea que he visto en mi vida.

La rubia de dos coletas puso cara de desagrado sin poder apartar su mirada de la camiseta rosa con el mal juego de palabras.

Nagisa, quien también miraba la camiseta algo extrañado, miró a Iris y no pudo evitar sonreír divertido ante su reacción.

- ¡Hola! Soy vuestra profesora, Yukimura-sensei.- Dijo la mujer con una sonrisa alegre, todos observaron la camiseta con horror.- Pasaré lista y luego podremos comenzar...

Pasó lista y cuando comprobó que no faltaba nadie, sacó el libro de literatura japonesa y comenzó la clase.

(...)

LA CAMPANA del descanso sonó y rápidamente Iris se levantó y se estiró un poco, tomó su almuerzo y se sentó en la mesa de su hermana para esperarla.

- Nagisa, ¿vienes con nosotros?

- ¿Vosotros?- Dijo curioso colocándose frente a ella.

- Sí, con mi hermana, Isogai, Kurahashi y Maehara.- Dijo señalándolos a la vez que los nombraba. Nagisa asintió segundos después de que la chica terminase de hablar.

Iris sonrió contenta y de un salto se bajo de la mesa y se dirigió junto al resto bajo uno de los árboles del patio a descansar y tomar aire fresco.

Pocos minutos después, algunas personas se unieron a ellos, aunque el ambiente era algo tenso debido a lo poco que se conocían la mayoría entre ellos, no habían temas de conversación y el único sonido que se escuchaba era el del masticar.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaOnde histórias criam vida. Descubra agora