veintidos

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DESPUÉS DE las vacaciones, Karasuma se encargó de intensificar los entrenamientos. La clase de Educación Física de aquel día fue una de las más divertidas para todos.

Policías y ladrones fue el juego del día, donde Koro-sensei y Karasuma eran los dos policías y el resto eran los ladrones que hacían parkour por la montaña.

— Si los pillamos a todos les pondremos el doble de deberes.— Soltó Koro-sensei jugando con la porra.

— Deje de entrometerse en mis clases.

— Yo también tengo derecho a jugar. ¿No le parece? No es justo que usted sea el único que se divierta, además estoy al cargo de la defensa.

— Por supuesto, no sería un entrenamiento si usted los persiguiera.— Comentó Karasuma colocándose los guantes con pintura listo para dar caza a sus alumnos.

— La montaña es inmensa, ¿crees que Karasuma nos encontrará?— Le preguntó Iris a su novio mirando a su alrededor con velocidad, saltaron un pequeño arroyo intentando no dejar sus huellas.

Encontraron a Irina por el camino, pero esta no les hizo mucho caso.

— Okajima, Hayami, Chiba, Fuwa. ¡Eliminados!— Avisó Ritsu. La pareja se miró preocupada.

— Hora de separarse, Nagi.

— Pero si llevamos casi un mes saliendo, ¿tan rápido?

— Me refiero ahora, bobo.— Iris le dio un beso en la mejilla antes de internarse en el bosque, Karasuma no era el único con experiencia en esos terrenos.

Ahora agradecía a su padre por llevarla de caza de vez en cuando, gracias a ello había aprendido a ser silenciosa y a proceder con cautela.

— Sugaya, Bitch-sensei ¡Eliminados!— Iris hizo una leve mueca, si había eliminado a Irina significaba que su sensei estaba cerca de su posición.

Intentó subirse a un árbol y cuando se aferró a una rama se mantuvo en silencio el máximo de tiempo posible. Iris llamó a Nagisa para saber cómo iba.

— ¿Sigues sólo?

— He encontrado a Karma y a algunos más, ¿tú dónde estás?— Dijo obviando la presencia de Kayano.

— Sobre una rama.— Susurró.— Confío en que Karasuma no... ¡Ah! ¡Dile a mi madre que la quiero!— Sonó el golpe que se llevó Iris al caer de la rama, segundos después la llamada finalizó. Ritsu volvió a hablar.

— ¡Iris eliminada!

— Caemos cómo moscas.— Comentó Kaede al ver la lista completa de los que habían sido pillados.

— Es como la montaña de la matanza.— Opinó Okuda.

— Sabes que sólo los detienen, ¿no?— Nagisa negó levemente y miró hacia arriba para ver a Sugino, que había comenzado a hablar.

— Si esto es Polis y ladrones... ¡Entonces nosotros podremos liberar a los prisioneros!— Saltó de la piedra en la que estaba sentado listo para ir a por sus amigos.

— No seas idiota, Sugino.— Interrumpió Karma.— No podrás marcar a nadie sin que ese pulpo supersónico se de cuenta. Si pudiéramos hacer algo así, hace siglos que lo habríamos matado.

Sugino se acercó a los setos y comenzó a hacerle señas a Okajima, que codeó a Iris y está codeó a Chiba, así sucesivamente.

Segundos después, el rapado pareció idear un plan que podría funcionar. Toco el hombro de Koro-sensei y le mostró una foto de una chica en bañador.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now