trece

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YA SON las siete hay que ponerse en marcha...— Comenzó a cantar Iris sintiendo la mirada del público sobre ella.— Con las tareas ya tengo que empezar... ¡Voy a limpiar a fondo toda la casa!

Siguió con sus líneas sintiéndose feliz de haber clavado todas las líneas de la canción.

Nagisa sonrió levemente al escucharla cantar. Él también tarareaba las canciones, había ayudado a Iris tantas veces que había terminado por aprenderse las letras.

Karma lo miró con una ceja alzada al verlo vocalizar la canción.

Nagisa lo miró y sonrió divertido antes de volver su vista a Iris, que acababa de golpear a un chico con una sarten de atrezo.

Ryu hizo una mueca al sentir el golpe de su amiga y ella ahogó una risa.

Realmente Rapunzel iba a ser una obra divertida.

(...)

IRIS LOS recibió con una sonrisa agradecida y se tiró a los brazos de Nagisa, que sujetaba un ramo de flores que eran para ella.

— ¡Has estado fantástica!

Iris hizo una reverencia tomando las flores que su amigo le ofrecía.

— Muchas gracias, Nagi.— Se lanzó a sus brazos y le dio un beso en la mejilla con una gran sonrisa.

Entonces Ryu se acercó al grupo y rodeó a Iris por los hombros con un brazo.

—Vosotros debéis ser los amigos de Iris.— Sonrió abiertamente el castaño, era apenas más alto que Karma y sus brazos estaban muy musculados.— Soy Ryu Hokore, un placer.— Hizo una presentación rápida y luego miró a Iris.— ¿Podemos hablar?

— Por supuesto.— Le echó una mirada a sus amigos y sonrió.— Vuelvo enseguida, podéis esperarme afuera.

Ambos se separaron lo supficiente del grupo para que no los escucharán hablar.

— Has estado increíble.—Felicitó, Iris le dio una pequeña sonrisa y asintió agradecida.— Quería proponerte algo.

Iris se cruzó de brazos mirándolo inquisitivo. No le daba buena espina, su instinto femenino se lo decía.

— Soy toda oídos, Ryu.— El castaño se acercó un poco a ella con una sonrisa coqueta. Oh no.

— Tú, yo, una cita y después un poco de marcha.— Ryu hizo un gesto obsceno y luego agarró a Iris por la cintura acercandola a él. Ella se tensó levemente y él sonrió.— Además, he oído que hace mucho que no hechas ningún polvo, y no nos vendría mal a ninguno desfogarnos.

Iris lo miró con asco e intentó alejarlo.

— Sueltame o te golpearé.— Ryu no le hizo caso, su vista viajó hasta los pechos de Iris.— ¡Deja de mirarme las tetas!

Estaba enfadada y de eso no había duda.

— Vale colega, podemos hacer esto por las buenas o por las malas.—La voz de Karma resonó en la sala ya vacía.

— Voy a contar hasta tres y espero que para entonces ya la hayas soltado.— Continuó Maehara arremangandose el suéter.

— Uno.

— Sueltame.— Susurró Iris.

— Dos.

— O te golpearan.— Continuó.

— Tres.

— Te lo advertí.

Entonces, Maehara tironeó de Iris y Nagisa se abrió camino hacia Ryu, haciendo un acoplo de su fuerza, pateó a Ryu en la boca del estómago dejándolo sin aire y tirandolo al suelo a la vez.

Furioso, estaba furioso, se subió sobre él y a pesar de ser ganado en altura y fuerza, aprovechó la debilidad del otro adolescente y comenzó a golpearlo en la cara. Tal y como dijo Iris que harían.

Pero entonces, Ryu dio la vuelta a la tortilla dejando a Nagisa abajo y comenzando a pelear también, el joven recibió varios golpes en la cara, rápidamente Karma y Maehara entraron al juego sacando a Nagisa de ahí.

— Métete con un bajito y otro bajito y dos gigantes vendrán a su rescate.— Susurró Iris.

— ¡Vale, vale!— Gritó Ryu de repente. Ambos adolescentes pararon de golpearlo y se acercaron a Iris, los tres se colocaron frente a ella.

— No hacía falta...— Susurró ella, Nagisa la abrazó.— Aunque gracias.— Les dedicó una sonrisa y luego miró la cara de Nagisa. Hizo una mueca al verlo.— Dios, Nagi, mira como te ha dejado la cara ese idiota.

Él se encogió de hombros:— He hecho lo que tenía que hacer.— Sintió ganas de besarlo, y lo hubiera hecho si Karma y Maehara no hubieran estado delante.

— Iré a curarlo a la enfermería, id fuera, no tardaremos.— Iris sonrió levemente antes de arrastrar a Nagisa por los pasillos de los bastidores de teatro.

En cuanto llegaron a la enfermería lo sentó en una camilla y ella comenzó a rebuscar entre los cajones de la enfermería.

— Quién demonios es la enfermera y porqué no está aquí.— Susurró ella, sacó un pequeño maletin blanco y lo colocó sobre una mesa cercana.

Humedeció un algodón con alcohol y se acercó a Nagisa lentamente.

— Es posible que te duela un poco.— Susurró con una mueca.

Iris se colocó entre las piernas del chico y se concentró en pasar el algodón por las heridas del peliazul.

— Gracias por salir a defenderme.— Dijo retirando el algodón y haciendo contacto visual con el peliazul.

— Lo volvería ha hacer tantas veces como fuera necesario.

Iris sonrió enternecida y con cuidado le acarició la mejilla a Nagisa.

Los corazones de ambos comenzaron a latir con velocidad, intercalaron sus miradas entres los labios y los ojos del opuesto.

Iris dejó caer el algodón y entonces tomó a Nagisa por el cuello acercandolo a ella.

Unieron sus labios en un beso dulce y que ambos llevaban mucho tiempo esperando.

En cuanto se separaron sonrieron levemente.

Iris se relamió los labios y soltó una risa nerviosa.

— Gracias por todo Nagisa.

Iris se dio media vuelta con la intención de irse pero Nagisa la tomó del brazo y la atrajo hacia él abrazandola.

— Gracias a ti Iris. Por todo lo que has hecho por mí.

es un capítulo más corto pero hasta ahora es uno de los que más me ha gustado.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now