ocean eyes ▭ nagisa shiota

diecisiete

— RECORDADME QUE nunca apueste con Iris.— Le susurró Karma a Rio al ver cómo la chica volvía a ganar al poker.

— Es la octava vez que gano, ¿realmente queréis seguir?— Preguntó de forma inocente recogiendo el dinero de Kaede, Maehara y Kurahashi, a su lado, Nagisa la miró divertido mientras se arrimaba a ella para verla jugar.

La rubia se recostó en su silla y respiró con calma sintiendo como la brisa marítima inundaba sus fosas nasales.

— ¡Menos mal que ganamos la apuesta! ¡No me quiera imaginar lo que nos habrían hecho sino!— Hizo un puchero recargando su cabeza en la de Nagisa.

Por otro lado, Koro-sensei suspiró en uno de los asientos.

— ¿Se encuentra bien, Koro-sensei?— Preguntó Iris con preocupación.

— No te preocupes Iris, sólo estoy mareado.— Sin estar muy convencida ante la respuesta, asintió.

Guardó las cartas y miró el mar, Nagisa comenzó a acariciar su cabeza con delicadeza.

Maehara, Kurahashi y Kaede abandonaron la mesa comenzando a sentir que sobraban en el lugar.

Ambos se miraron un momentos antes de sonrojarse y apartar la mirada nerviosos.

Nakamura miró a Karma confundida.

— Se han besado y aún así se sonrojan y avergüenzan. Esos dos son muy raros.— Susurró con una mueca apoyándose en el pecho de su amigo. Karma la rodeó con uno de sus brazos antes de llevársela a otro lugar dándole intimidad a los amigos.

Tras unos minutos donde Kaede obligó a Koro-sensei de marcharse de ahí, Iris suspiró haciendo que Nagisa la mirara confundido.

— ¿Ocurre algo, Iris?— Desde su posición, Nagisa pudo escuchar como el ritmo cardíaco aumentaba exageradamente. Eso confundió al joven, que se separó lentamente de ella sin dejar de mirarla.

— Tengo que decirte algo.— Por primera vez, Iris se giró a mirarlo, sus mejillas estaban totalmente rojas y su labio inferior temblaba.

— ¿Qué pasa? ¿Te encuentras mal? ¿Quieres que vaya a por agua?— Preguntó preocupado tomando las manos de la rubia.

Eso sólo consiguió poner más nerviosa a Iris.

— Nagisa escúchame...— Y justo cuando iba a hablar, el barco hizo sonar su sirena indicando que ya habían llegado al muelle.

Ambos fruncieron el ceño ante la molestas sirena. Cuando el estridente sonido cesó, Nagisa volvió a mirar a Iris y sonrió levemente.

— ¿Qué querías decirme?— Iris negó con una sonrisa y soltó sus manos levantándose en el proceso.

— Olvídalo, te lo diré después del intento de asesinato, ahora iré a ver cómo se encuentra Koro-sensei, nos vemos luego, Nagi.

Le dio una última sonrisa y tras alejarse del campo de visión del chico, su rostro se ensombreció y comenzó a golpearse con una pared cercana.

— Soy. Una. Completa. Idiota.

(...)

— ¿CUÁNTO QUEDA?— Preguntó Iris a través de su teléfono. La voz de Karma sonó por detrás de la línea opacando la de Ritsu.

— Minuto y medio.

— Hmmm.— Dijo como respuesta la rubia, Karma volvió a hablar.

— Por cierto, ¿qué demonios ha sido lo de esta mañana?— Iris soltó un gritito al escucharlo.