ocho

668 109 8
                                    

HABÍA PASADO una semana desde los exámenes y el viaje a Kyoto se acercaba.

Todos estaban emocionados, todos menos Nagisa, que parecía haberse olvidado de la excursión.

— ¡Es pasadomañana!— Gritó la rubia a su lado dando un saltito para subirse a la mesa del peliazul.— ¿Te unirás a nuestro grupo, no Nagisa?

— ¿Grupo? ¿De qué hablas, Iris?— Contestó confundido el peliazul. Iris lo miró sorprendía y le dio unas bofetadas suaves.

— No me digas que no te acuerdas, en dos días es el viaje a Kyoto. ¿No te has preparado la maleta? ¡Puedo ayudarte, soy buena jugando al Tetris, seguro que la hacemos enseguida!— Iris alzó sus manos victoriosa y divertida.

— Calma, calma...— Le dijo Sugino acariciando su cabeza. Iris le dio un manotazo y se cruzó de brazos.

— No hagas eso, no soy ni un perro ni tu waifu, Sugino.

En ese momento, Kataoka se acercó a ellos con una sonrisa amable.

— ¿Ya tenéis grupo?— Kaede se apresuró a contestar.

— Nos falta una persona, pero ya casi estamos.

— Cuando estéis podéis decírnoslo a Isogai o a mí, somos los delegados.

Tras un a breve conversación que concluyó con Kanzaki como la última integrante de su grupo, Koro-sensei entró a la clase alterado.

— ¡Pero a quién se le ocurre! ¡Organizar un viaje a mitad de curso! Estoy en completo desacuerdo.

— ¡Pero si esta vestido de Geisha!— Exclamó la rubia sacándole una foto rápida.

— ¡Encima le queda bien!— Soltó Okajima.

Con su Mach 20, Koro-sensei dejó en las manos de todos unos libros granates.

Iris se resbaló de la mesa cediendo ante el peso del libro.

— ¡Que me voy!— Exclamó tropezando consigo misma, dejó caer su libro encima de su mesa y luego tomó aire intentando calmarse.— ¿Se me han visto las bragas? Espero que no, tenían dibujos de unos...

— ¡Iris, no queremos saberlo!— Exclamó escandalizo el sense. La rubia soltó una risa ligera.

El profesor carraspeó y cuando vio a Iris sentada de nuevo, volvió a hablar.

— Eso que os he dado es una guía con los mejores sitios, los mejores restaurantes, los mejores souvenirs, consejos de defensa personal... ¡Todo! Me he pasado toda la noche haciéndolos e incluso incluye una figurita a escala del Kinkakuji.

(...)

— EL TREN ya ha salido de la estación, ¿dónde está Koro-sensei?— Preguntó Sugino mirando el vagón. Todos soltaron un grito al verlo en la ventana en la que Iris dormitaba.

La chica se despertó al oír el grito y miró donde sus amigos lo hacían.

— ¡La madre que lo!...— No acabó la frase ya que Kaede le tapó la boca.

— ¡¿Qué hace pegado a la ventanilla Koro-sensei?!

— Es que he estado comprando algo para picar en la estación y he llegado tarde, así que me quedaré aquí pegado hasta la siguiente estación.— Koro-sensei se hizo transparente.— No os preocupéis, gracias a este camuflaje sólo se verán mi ropa y mi equipaje pegados al tren.

— Koro-sensei, la gente no está acostumbrada a ver ropa pegada a un vagón de tren.— Contestó Iris con una mueca.

Después de un rato donde el grupo se acomodó en los asientos, Koro-sensei subió al tren escuchando los regaños de Karasuma hacia su persona.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now