dieciocho

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SU CABEZA daba muchas vueltas y no se sentía con fuerzas ni como para hablar.

Abrió los ojos a duras penas encontrándose con la mirada azulada de Nagisa. Observó su cara sin saltarse ninguna facción.

Frunció levemente el ceño al verlo lleno de heridas, intentó tocar su mejilla donde tenía un corte no muy profundo, aunque se rindió a mitad de camino cuando vio que le faltaban fuerzas.

— Iris, toma esto, te sentirás mejor.— Dijo Takebayashi dándole un líquido ámbar en una cuchara.

Hizo una mueca al sentir el sabor.

— ¿Qué es esto? Iugh.— Susurró cómo pudo, Nagisa sonrió levemente acomodándose a su lado. Bebió un poco de agua que el de gafas le había dado y luego comenzó a incorporarse.— ¿Qué ha ocurrido, Nagi?

El chico no esperó y la abrazó con todas sus fuerzas. Sorprendida, Iris correspondió sintiendo como sus mejillas se ponían coloradas.

— Creí que te perdería.— Le susurró al oído sintiendo como sus ojos se aguaban, eso solo provocó que Iris comenzara a llorar.

— Ya sabes que si tú lloras, yo lloro.— Le dijo entre lágrimas Iris, lo atrajó hacia ella arrugando levemente la sudadera de Nagisa.

Todos se miraron entre ellos sin saber que hacer, no podían irse a otro lado pero tampoco querían molestarlos.

— ¿Podemos ir a un sitio más tranquilo? Quiero decirte algo.— Pidió la rubia. Nagisa asintió separándose y secando sus ojos tendió sus dos manos hacia Iris,  con lentitud la ayudó a levantarse.

Iris le dio una última mirada a su hermana y a Karma, que alzaron sus pulgares en señal de apoyo, asintió convencida y comenzaron a alejarse del hotel.

Cinco minutos después, donde el paseo por la playa los aburrió, se sentaron en la arena, al lado de la orilla para mojar sus pies.

— ¿Qué tenías que decirme?— Iris se mordió el labio y lo miró con las mejillas sonrojadas. Nagisa frunció el ceño y tomó sus manos, algo que se le había hecho costumbre desde hacía un par de días.— Puedes decirme lo que quieras, lo sabes, ¿no?

Iris asintió y tomó una bocanada de aire antes de hablar.

— Nagisa, me gustas, ¿te gusto?

El silencio se hizo entre ambos, lo único que se escuchaba era el mar y la Luna los alumbrara lo suficiente como para poder ver las facciones del otro.

— ¿Nagisa?— Volvió a preguntar Iris. El chico sacudió su cabeza y luego sonrió, la tomó por el mentón y la besó.

Sin duda alguna fue el mejor beso para ambos.

— Me gustas.— Iris soltó una risa nerviosa y se tiró en sus brazos para abrazarlo, ambos rodaron hasta el mar y comenzaron a jugar con el agua, el medicamento había hecho efecto rápidamente.

— Te dije que se declararía ella.— Un voz Interrumpió su juego.

— Supe que iba a perder desde que subimos al barco.— Continuó otra voz.

— Dame mi dinero Karma, mi hermanita ha ganado la apuesta.— Nagisa e Iris se acercaron a la otra pareja e Iris le robó el dinero a su hermana.

— ¿No teníais otro momento?— Preguntó algo enfadada la menor de las rubias contando el dinero y posteriormente guardandolo en su sujetador.

— Perdón hermanita.— Hizo una reverencia e Iris la abrazó con una sonrisa divertida.

— No pasa nada, pero si me disculpais, Nagisa y yo volveremos al hotel, me apetece ver una peli.— Se giró hacia el peliazul y tomó su mano entrelazando sus dedos.— Crees que habrá helado de frambuesa en el servicio de habitaciones.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now