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HABÍA PASADO una de semana desde la llegada del ser, es decir, Koro-sensei.

No había sido una semana fácil para nadie, y la mente de Iris estaba hecha un lío, seguía pensando en el paradero de la profesora Yukimura, ¿dónde demonios estaba?

— ¡Iris adelanta más el cuchillo!— La rubia asintió dándole al hombre una pequeña sonrisa.

La chica se encontraba en primera fila, lo que le permitía escuchar con claridad la conversación entre Koro-sensei y Karasuma.

— A partir de ahora yo daré las clases de Educación Física.

— Eso me hace sentir muy solo...

— ¿No le he dicho que desaparezca durante un rato? Vaya a jugar a la caja de arena.— Sin perder el ritmo, Iris sonrió al ver como Koro-sensei hacía caso al adulto.

— Que malo es este profesor Karasuma, ¡qué sepa que a mis alumnos les encantaban mis clases de gimnasia!— Todos pararon al instante.

— Como miente Koro-sensei, sus habilidades físicas son muy diferentes.

Sugino respaldó a Sugaya:— ¿Te acuerdas de aquella clase?— Todos hicieron memoria de la primera clase que tuvieron con el octópodo.

— Sinceramente, yo preferiría un profesor de gimnasia humano.— Koro-sensei miró a Iris ofendido y ella comenzó a jugar con sus manos nerviosa.— No es por querer herir sus sentimientos, Koro-sensei, pero alguien que tenga las mismas capacidades que nosotros es mejor a la hora de entrenar que un super pulpo.

— Pero profesor Karasuma, ¿qué sentido tiene este ejercicio? ¿Y por qué debemos hacerlo delante de nuestro objetivo?— Preguntó Maehara. Karasuma se tomó unos segundos para responder.

— El estudio y el asesinato no son tan diferentes, hay que dominar los conocimientos básicos, Isogai, Maehara, dad un paso adelante.— Los chicos obedecieron.— Atacadme con esos cuchillos.

— ¿Seguro?

— ¿Los dos a la vez?

— Chicos, esos cuchillos son inofensivos.— Recordó Iris. Karasuma asintió quitándose la corbata y dándosela a la chica para que la sujetase.

— Si me tocáis, tomaos el resto del día libre.— Los dos intercambiaron una mirada antes de ponerse a la defensiva.

— Bueno, en ese caso...— Ambos se abalanzaron sobre el profesor, pero fue bloqueando y esquivando todos los movimientos de sus alumnos.

— Como podéis ver,— comenzó Karasuma sin dejar de bloquear,—con un poco de conocimiento hasta alguien como yo puede evitar los cuchillos de dos amateurs.— Los chicos se miraron antes de cargar de nuevo contra Karasuma, pero el los derribó a ambos.— Si no podéis alcanzarme a mí, la probabilidad de lograrlo con alguien que se mueve a Mach 20 es nula.

Karasuma se giró hacia Koro-sensei y todos lo imitaron:

— ¡Mirad! Mientras estábamos practicando, él ha construido el castillo de Osaka en el banco de arena, se ha cambiado de ropa y se ha calentado el té.— Les extendió una mano a ambos adolescentes para ayudarles a ponerse de pie. Iris suspiró haciendo un puchero.

— Daría lo que fuera por un té ahora mismo...— Susurró mirando al pulpo con recelo.

— Cunado todos los alumnos de la clase seáis capaces de alcanzarme, vuestras probabilidades de éxito aumentarán de forma exponencial.— Ahora, Karasuma se colocó frente a ellos con seriedad mientras le extendía su mano a Iris pidiendo la corbata.— En esta clase os enseñaré a empuñar cuchillos, a disparar armas de fuego y el resto de conocimientos básicos para realizar un asesinato.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now