veintiuno

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UNA SEMANA después del festival, la noticia de que desecharían huevos en perfectas condiciones llegó a oídos de Kaede, que alarmada ideó un plan de asesinato.

Al verla entrar a clase, Iris rodó los ojos, aún no había hablado con ella porque estaba buscando el mejor momento pero su irritación no pasó desapercibida por nadie, Karma y su hermana retrocedieron un paso, y Nagisa tomó su mano para que no hiciera nada de lo que luego pudiera arrepentirse.

Había aprendido algo de Iris, lo que tiene de tierna lo tiene de impulsiva y en este caso no la beneficiaba mucho.

Seguido de Kaede entró Maehara, con su mitica sonrisa coqueta que le dedicaba a las chicas de clase. Iris apretó la mano de Nagisa logrando que el chico frunciera el ceño al sentir la presión.

— Cariño aprietas mucho.— Susurró. Iris lo soltó de inmediato y comenzó a pedirle perdón repetidas veces.

— ¿Cómo qué aprieta mucho?— Preguntó Karma pícaro.

— ¡No es por eso, idiota!— Negó la chica sonrojandose al recordar el sueño que había tenido una semana atrás.

Miró a Nagisa unos segundos antes de soltar un pequeño grito y cubrir su cara con sus manos.

Nagisa y Karma soltaron una risita, Nakamura los acompañó, el resto los miró.

— ¡No os riais de mí! ¡Es completamente normal tener ese tipo de sueños con tu pareja!— Ahora fue Nagisa el que se sonrojó.

Harta de la situación, Kaede dio un par de palmadas llamando la atención de todos.

— ¡Lo que nos trae aquí hoy en vez de estar disfrutando de estos días de fiesta es la saturación de huevos que se están produciendo en Japón, lo que ha provocado que su excedente se esté destruyendo en masa en lugar de enviarse a los mercados!

— ¿Y qué propones, Kayano? ¿Un pudin gigante?— Preguntó Iris retóricamente sin saber que había dado en el blanco.

— ¡Exacto!— Contestó con una sonrisa, la rubia gruñó.

¿Cómo podía la peliverde ser tan falsa como para sonreírle después de todo lo que había hecho?

— ¡Por eso he pensado en un plan para aprovechar esos huevos descartados y asesinar a Koro-sensei con ellos!— Todos se asombraron, la pequeña Nakamura rodó los ojos y Nagisa se inclinó hacia ella para tomar su mano.

— Como si no fuera a darse cuenta al instante de que hay balines anti-sensei en el pudin.— Comentó Terasaka desde su sitio.

Kaede sonrió convencida:— Le he dado alguna vuelta más, los preparativos ya están listos gracias al profesor Karasuma.

El nombrado se inclinó un poco y tras unas breves aclaraciones todo se dirigieron al patio listos para ponerse manos a la obra.

Un molde gigante los esperaba ahí, Iris tuvo que dar un par de pasos hacia atrás para admirarla por completo.

— ¡La operación pudin explosivo queda inaugurada!

(...)

AL VER los cubos gelatinosos de diferentes sabores que le Gobierno les había proporcionado, Iris hizo acoplo de su olfato para encontrar alguno de frambuesa, una vez resuelto ese misterio cargó el cubito hasta la parte de atrás del almacén.

Tras dar el primer mordisco una voz se hizo presente:— ¡No comas eso, no es para ti!— La riñó Maehara. Iris rodó los ojos.

— Ni se te ocurra hablarme.— Le tiró el cubo a la cara y se puso de pie para encararlo, alzó su cabeza para mirarlo a los ojos y que notara su enfado.— ¡Nadie te daba derecho ha ingeniar un plan para interferir en mi relación con Nagisa!

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now