ocean eyes ▭ nagisa shiota

uno

HABÍAN PASADO casi dos semanas desde el inicio de las clases y las hermanas Nakamura se encontraban volviendo a casa, habían ido a hacer la compra ya que sus padres se lo habían pedido.

— Así que me cogió por la cintura y me llevó hasta el armario y...

Río se giró hacia su hermana confundida, que se había quedado unos pasos más atrás:— Sigue contando, la historia está interesante.— Se acercó a ella y como pudo le tocó el hombro.— ¿Ocurre algo?

Iris no la miró, así que Nakamura se giró para ver donde estaba la atención de su hermana.

La Luna.

La Luna estaba destruida.

— Joder...— Las bolsas de Río cayeron al suelo y entonces Iris la miró.

— Toma las bolsas.—Río obedeció y entonces ambas corrieron a casa.

— ¡Papá! ¡Mamá!— Los señores Nakamura abrieron la puerta principal y arrastraron a sus hijas dentro de la casa.— ¿Qué está pasando?

— Callad.— Ordenó el señor Nakamura subiendo el volumen de las noticias. Ambas hermanas dejaron las bolsas en el suelo y se sentaron en el sofá par escuchar.

— "Noticias de última hora, la Luna acaba de perder el 70% de su capacidad en una explosión, los gobiernos de todos los países del mundo se reunirán en unas horas para hablar de las consecuencias y lo que pasará a continuación...— Un hombre se acercó a la presentadora y comenzó a susurrarle a la informadora,— nos acaban de informar que hasta que todo se aclare, las cosas funcionarán con normalidad."

Río e Iris se miraron y fruncieron el ceño.

¿Qué cojones estaba pasando?

(...)

— RÍO, ¿ESTÁS viendo lo mismo que yo o es que mamá le ha hechado estupefacientes a mi café?

Estaba sorprendida, para que negarlo.

— ¿Y Yukimura-sensei?— Preguntó antes de dar un paso hacia el ser con una creciente curiosidad:

— Iris.— Nagisa la llamó sin saber que hacer.— No sé si es buena idea tocarlo.

— De algo hay que morir.— Susurró ella viendo como el ser posaba su mirada en ella.— Hola señor, ¿puedo tocarlo?

La clase 3-E se miró entre ellos pensando una sola cosa:

— Esta chica es idiota.

En ese momento, un hombre alto y de traje entró en la clase.

— ¿Podría sentarse, por favor?— Le pidió a Iris y ella asintió al instante corriendo a su sitio.

En cuanto su culo toco el asiento, el ser comenzó a hablar.

— Encantado de conoceros yo soy el que ha destruido la Luna y planeo hacer lo mismo con la Tierra dentro de un año.— Todos se miraron sorprendidos.— Mientras tanto tendré el placer de ser vuestro profesor.— Ahora sus miradas eran de incredulidad.

El hombre pelinegro se aclaró la garganta captando la atención de todos.

— Hola, soy Karasuma del Ministerio de Defensa, primero quiero que entendáis que os voy a contar un secreto de estado. Permitidme ser franco, quiero que asesineis a esta criatura.

— Pero, ¿qué es?— comentó Mimura— ¿un extraterrestre que ha venido a invadirnos?

— ¡Que grosero! ¡Que sepas que he nacido y me he criado en La Tierra!