diecinueve

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AL IGUAL que las vacaciones en el resort, la pausa de verano estaba a punto de llegar a su fin.

Todos habían aprovechado el tiempo para estar con sus familias y amigos antes de volver a la rutina, y el caso de Nagisa no había sido una excepción. El joven peliazul había quedado con su padre para ir a comer sushi al restaurante favorito de ambos.

— ¿Entonces cómo es?— Preguntó su padre apartando el platillo vacío y comenzando a buscar otro que le gustara con la mirada.

— Tiene unos grandes ojos azules, y estos brillan cuando ve algo de frambuesa.— Nagisa soltó una risita tonta.

— Pero tú odias la frambuesa.

— La odiaba.— Corrigió el más pequeño llevándose la comida a la boca.— Deje de hacerlo desde que la conocí a ella.

Su padre lo miró expectante, esperando a que continuara con la descripción de su novia.

— Su pelo es rubio y sedoso, es largo como el de Rapunzel. Es amable y tierna y adora cepillarme el pelo, le encantan las películas de acción y su sonrisa ilumina el lugar en el que esté.

El señor Shiota lo miró con una pequeña sonrisa y luego golpeó la cabeza de su hijo con delicadeza.

-— Hijo, estas enamorado, y mucho.

Las mejillas de Nagisa se tiñeron de rojo, aunque la vergüenza se marchó cuando vio a Koro-sensei tras su padre, que deboraba varios platillos con unos tentáculos mientras con los otros le mostraba un cartel.

" Feria esta tarde para celebrar el fin de verano. Avisa a Iris "

Koro-sensei agradeció en un susurro y tras dejar los platos vacíos en la pila del señor Shiota se marchó haciendo uso de su Mach 20.

Nervioso, Nagisa se levantó de su sitio:— ¡Papá acabó de recordar que he quedado con Iris, debo irme!— Comenzó a trotar hasta la puerta.— ¡Gracias por la comida!— Dicho eso salió corriendo por las calles hasta llegar a la casa de su novia, tenía suerte de estar a cinco minutos.

Cuando llegó tomó algo de aire y luego llamó al timbre, se sorprendió al ser recibido por Karma.

— Eh...— Karma lo dejó pasar.

— ¿Qué tal, Nagisa?— Cuestionó el chico golpeando suavemente la cabeza del peliauzl con su libro de matemáticas.— Vuelvo con Rio, todavía tengo que explicarle algunas cosas.— Se aproximó a las escaleras y sin girarse continuó.— No hagáis mucho ruido.

Aún confundido por la presencia del pelirrojo, Nagisa cerró la puerta detrás de él y se quitó los zapatos antes de pasar el recibidor y caminar hacia las escaleras.

Llegó a la segunda planta y se encaminó a la habitación de su novia, la segunda puerta a la izquierda.

Tocó la puerta y luego la abrió lentamente, sonrió tiernamente al verla. Estaba tumbada en su cama, toda despatarrada y en un profundo sueño.

Con cuidado Nagisa se tumbó a su lado y la abrazó.

Iris se dio la vuelta ( aún dormida ) y lo abrazó entre sueños, enrollando sus piernas en las del peliazul.

Pasados unos minutos donde Nagisa comenzó a dormirse, Iris se removió y sonrió.

— Uhm... Nagisa.— El peliazul se apoyó sobre sus codos y miró a la chica con confusión. Iris volvió a gemir.

¿Qué demonios estaba soñando?

Su cara se tornó extremadamente roja al escucharla. Iris se subió sobre su pecho y tras dar un suspiro volvió a dormir en silencio.

Al menos se había callado, pero ahora Nagisa tenía a su novia encima y un problema en sus pantalones.

Se tocó las mejillas sintiendolas aún más rojas y cuando menos se lo esperó, Iris habló.

— ¿C-cuánto tiempo llevas aquí?—  Se quitó de encima de su novio y prácticamente salió de su cama a trompicones.

— Sólo diez minutos.— Nagisa se sentó en la cama con la misma cara de vergüenza que tenía Iris.

La rubia miró sus pies y comenzó a jugar con sus manos nerviosamente.

— Ya...— Lo miró unos segundos antes de solar un gritito y salir corriendo por el pasillo.

— ¡Iris!— Nagisa salió tras ella viéndola como se metía en el baño. Nagisa tocó delicadamente.— ¿Iris?

— ¡No estoy!

Nagisa negó levemente antes de volver a tocar.

— Venga, abre.— Karma y Nakamura salieron de la habitación de la Segunda.

— ¿Qué ocurre?—

— Tu hermana se ha encerrado en el baño.— Explicó Nagisa bajando la mirada.

Nakamura le golpeó con fuerza en la cabeza.

— ¡Ay! ¡Nakamura!

— ¡Debí decirte que no le hicieras daño a mi hermana, Shiota!

— Pero yo no...— Nakamura intentó golpear la cabeza del chico de nuevo.

— ¿Iris, qué ha ocurrido?— Esta vez Karma golpeó la puerta.

— ¡N-nada! ¡No ha ocurrido nada!

— ¿Nagisa, qué has hecho?— Ante la pregunta de Akabane, el peliazul levantó sus manos en señal de inocencia.

— Simplemente me acosté junto a ella en la cama e Iris comenzó a...— Iris abrió la puerta y con agilidad metió al chico al baño.

Le tapó la boca para evitar que continuara hablando.

— Déjalos Rio, ¿volvemos? No hemos acabado con el seno y el coseno.

— Yo si quiero que me metas el coseno.— Dicho eso, la puerta de su hermana se cerró, Iris rodó los ojos asqueada, olvidándose por un momento de la presencia de Nagisa a su lado.

— Iris... ¿Qué ha ocurrido ahí afuera?— Dijo Shiota cuando se hubo liberado de la mano de su novia. Se sentó en la tapa del vater y la miró confundido.

Al ver que no tendría escapatoria, se apoyó en el lavabo frente a su novio y lo miró mordiéndose el labio inferior.

Su sueño también ocurría en el baño, de echo empezaba en esas posiciones.

— Sólo... Tuve un sueño raro.

— No cre que raro sea la palabra con la que lo definiría.— Nagisa se colocó frente a ella con una ceja levemente alzada.

La tomó por ambas manos y tomó aire:— Iris, cariño, te quiero.

— Ahora es cuando viene el pero.— Susurró la chica.

— Pero...

— Ahí está.

— No estoy listo todavía, además, llevamos poco juntos y no quiero ir deprisa.— La rubia asintió pasando sus brazos por el cuello del chico.

— ¿No estás enfadado?— Susurró sobre sus labios. Nagisa negó sonriendo, colocó sus manos en la cintura de la chica apoyándola contra el lavabo.

— Me parece tierno que pase esto, sobre todo por tu carita toda roja.— Apoyó su cabeza en el hombro de la chica y cerró los ojos con tranquilidad.— ¿Te he dicho lo guapa que estás cuando te sonrojas?

Nagisa pudo escuchar como el corazón de Iris se aceleraba y soltó una pequeña risa.

— Por cierto, esta noche tenemos un festival.

ocean eyes ▭ nagisa shiotaWhere stories live. Discover now