Capítulo 32

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Ha pasado ya una semana desde que acepté la petición de Max y anda muy extraño últimamente. Pensativo, risueño, amable, todo lo que va en contra de su personalidad. Por otro lado no puedo decir lo mismo, ando muy malhumorada y comiendo cada media hora. Debe ser el nerviosismo y el estrés, tengo miedo de lo que pase de ahora en adelante. Amo a Max pero no me gusta el mundo en el que vive o trabaja.

Llego a la biblioteca y Tim me espera como siempre. Estos días a estado algo serio desde que le conté que me casaría con mi “novio”.

- Hola Tim, ¿qué hay de bueno hoy? -pregunto luego de saludarlo
- No puedo creer que te cases -dice evadiendo mi pregunta y mirando al suelo
- ¿Disculpa? -digo confusa
- Que no puedo creer que seas tan tonta de casarte -habla más alto mirándome fijo a los ojos, noto como una especie de odio en su mirada.
- Tim no me ofendas, ¿qué te sucede? -hablo confundida por su repentina aptitud.
- Solo espero que no cometas un error del que luego te arrepentirás
- Tú no sabes nada de mi vida -le digo enojada
- Es cierto, creí que podrías enamorarte de mí, ¿cómo nunca lo notaste? -dice alzando la voz y algunas personas nos miran mal.
- ¿Qué?, yo...no...., tengo que irme -salgo confusa del lugar herida por su confesión y bajo las miradas de las personas.

Entro al auto y pido a los guardias que me lleven a la mansión.

(Max)

- ¿Dime donde carajos está o te vuelo la cabeza en dos segundos? -le digo al bastardo que está arrodillado y golpeado delante de mí.
- No, no se....le juro que no sé donde está, yo solo hago identificaciones falsas sin quedarme con copias señor....tengo una familia -llora el tipo y se inclina hacia adelante
- Amigo este hombre no sabe nada -me susurra Brook al oído
- No te metas -le digo sin mirarlo - Mas te vale que me estés diciendo la verdad, sino te juro que jamás volverás a ver a tu familia. -le digo justo antes de dar la orden para que lo desaparezcan de mi vista.
- ¿Por qué estás haciendo todo esto? -pregunta mi amigo
- Porque ese maldito bastardo pagará por todo, sé que está tramando algo -le contesto antes de encender un cigarrillo
- Las personas inocentes no tienen que pagar hermano -se sienta en un muebe al lado de la mesa
- Nadie que se meta en negocios sucios es inocente -lo miro - Si no quieres mirar, cierra los ojos -le digo algo fastidiado
- Hoy estás insoportable -se levanta y sale tirando la puerta
- Y tú demasiado irritante -susurro para mí antes de acabarme el cigarrillo.

Salgo de mi despacho con las miradas de los trabajadores en mi persona, los ignoro porq sé que me temen. A decir verdad, no soy tan despiadado desde que Al llegó a mi vida, o ese idiota de antes estaría muerto en dos minutos. Salgo en mi auto hasta llegar donde mi hermana...
- ¿Cómo va todo? -pregunto acercándome a ella y viendo como todas las mujeres en el lugar me devoran con la mirada.
- Todo en orden hermano, ¿y ella? -pregunta
- Yo me encargaré de eso no te preocupes. Procura que todo esté listo para la mañana en la noche -digo y abandono el lugar rápidamente.
Llego a casa en la tarde, entro y todo parece estar tranquilo. Subo las escaleras buscando a mi pequeña y la encuentro recostada en la cama dormida. Me acerco y beso su frente, luego sus labios y noto como se despierta sonriendo.
- Hola preciosa -le susurro
- Hola -me sonríe y de momento se torna algo pálida y tapa su boca con sus manos. Sale corriendo al instante en dirección al baño y cierra la puerta. Corro tras ella y toco la puerta para saber si está bien y solo se sienten algunos ruidos seguido del sonido de la cadena del inodoro y el agua de la ducha.

Espero unos quince minutos y sale mi pequeña envuelta en toallas.

- ¿Estás bien? -pregunto mientras la abrazo
- Sí...solo parece que algo del almuerzo no me centró muy bien. -dice sin ganas
- Llamaré al doctor -digo y ella me detiene
- No te preocupes amor, solo fue eso, estoy comiendo demasiado. ¿Si engordo me querrás aún? -hace pucheros
- Yo siempre te querré mi preciosa Alicia -beso su frente y la veo sonrojarse.

Mi celular comienza a sonar insistente....

Inicio de la llamada

- Hola hermanito, me dijeron que me estás buscando -reconozco la voz de Max y salgo de la habitación mientras ella me mira extrañada
- Te prometo que te voy a encontrar maldita rata, de mí nadie se escapa Alex -le digo furioso
- Sabes, tu chica se ve muy bien todos los días cuando sale con tus malditos perros -dice en chantaje y siento como mi sangre hierve.
- Eres idiota Alex, aléjate de Alicia por tu propio bien. -le grito
- Eso lo veremos.

Fin de la llamada.

- ¿Acaso dijiste Alex? -pregunta Alicia sorprendiéndome por haber estado no se cuanto tiempo detrás de mí.
- No es lo que.... -me interrumpe
- No me mientas Max, sé que me está buscando aún -llora y pasa sus manos por su cabello - ¿Cuando va acabar esto? -se arrodilla y la sostengo antes de que toque suelo y se de un golpe.
- Nada te pasará preciosa, yo estoy aquí -la consuelo
- Estoy cansada de todo esto Max, no tengo más fuerzas -llora aún más, nos quedamos abrazados en medio del pasillo hasta que nuevamente el sueño la venció y quedó dormida en mis brazos. La cargué hasta la cama y me tumbé a su lado. Me quedé observándola toda la noche hasta que despertó en la madrugada por un mal sueño y le di un vaso de agua con un calmante.

- Duerme mi pequeña, mañana cuando despiertes todo cambiará. -susurro en su oído y beso su mejilla.

Me abraza inconsciente y hago lo mismo luego de acomodarla en mi pecho. Me quedo dormido minutos después.

Bueno niñas, nunca dije que Máx fuera algo piadoso pero bueno. Igual es buena persona, solo con un mal carácter, ¿Qué opinan de lo que está planeando?¿Qué será?.
¿Alex se quedará cruzado de brazos?
🤷

Vendida por Amor a primera vistaWhere stories live. Discover now