Capítulo 13

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(Max)

Despierto en la mañana buscando a mi pequeña con la mirada, observo toda la habitación y es en vano porque no está. ¡Mierda!. Llamo a los guardias para que la busquen por todo el hotel. Me doy una ducha rápida y cuando salgo...

- ¡Max mira esto! -escucho que grita
- ¡Donde carajos estabas! -le digo furioso
- En el... -la interrumpo
- ¡Tengo a todos buscándote por el hotel! -la regaño
- Ese es tu problema, eres un jodido paranóico -dice antes de salir tirando la puerta.

Me visto y bajo. La encuentro conversando con alguien en el buffet principal, parece ser un hombre. Me dirijo a ella. Me mira y su cara se ve algo nerviosa por mi presencia, el chico me mira confuso de pies a cabeza.

- Si vienes a discutir puedes irte -Alicia rompe el silencio con esas palabras.
- ¿Quién es? -le pregunto ignorando al chico
- Soy Gustavo, mucho gusto -dice el muy atrevido extendiendo la mano, como no soy mal educado hice el mismo gesto diciéndole mi nombre.
- ¿De donde conoces a mi.... -ella me interrumpe
- Prima, soy su prima -me mira enfadada - Gustavo era mi vecino y mejor amigo, cuando yo vivía con mis padres, pero sus padres prosperaron en su negocio y lo mandaron a estudiar a América. -me dice antes de dedicarle una sonrisa a ese idiota.
La sangre me hierve por dentro y tengo deseos de matarlo.
- Se te olvida la mejor parte Alis -dice este, y ¿Alis?, como que ¿Alis?, ¿Quién se cree q es para llamar así a mi pequeña? - Fuimos novios, justo unos meses antes de marcharme, los mejores de mi vida -dice sonriéndole y puedo ver la cara seria de Alicia mirarme y rogarme con la mirada que no lo mate ahora mismo.
- Eso fue hace...hace años Gustavo -por fin puede hablar y cuando lo hace tartamudea y me mira nerviosa.
- Pero a este primo no lo conozco -vuelve a hablar ese bastardo
- El....si es...es uno que ni yo conocía, mamá me lo presentó hace unos meses. -dice algo nerviosa
- Bueno Gustavo ya tenemos que irnos -rompo el silencio de unos segundos y la tomo por el brazo llevándola conmigo sin dar tiempo a que se despida.

Nos alejamos lo más posible de ese estúpido al que investigaré luego, nos sentamos en una mesa. Alicia no dice nada, solo mira los adornos del lugar y evita mi mirada que está clavada en su hermoso rostro, evita mirar mis ojos porque sabe que la deseo tanto como ella a mí.
- Preciosa yo no...no quise...pensé que te habías escapado -digo algo nervioso tratando de evitar el tema de el ex por no discutir con ella
- Max, cuando yo me escape, te aseguro que no te darás cuenta hasta después de que esté muy lejos. -dice sincera y algo irritante.
- Si lo intentas te voy a castigar -amenazo

(Alicia)

Creía que iba a hacerle algo a Gustavo, sí, gustavo fue un hermoso pasado de mi niñez que no quiciera recordar. Solo espero que Max no le haga daño.

Continuamos desayunando en silencio. Al terminar salimos del hotel en un auto. Recorrimos varias partes de Sidney hasta llegar al Parque Central. Nos bajamos del auto. El lugar es verdaderamente hermoso. Le hice señas a Max para tomar un helado. Este solo asentía y a de vez en cuando me dedicaba una leve sonrisa. Nunca pierde oportunidad para hacerse el tipo duro.

- Chocolate por favor -pido para mí - ¿Y tú? -le pregunto a Max
- Igual -responde serio de nuevo.
- Con esa cara que traes asustas hasta los canguros -digo y me lanza una mirada fulminante mientras el vendedor de helados ríe, Max lo mira y este para en seco y pide disculpas. Ruedo los ojos y sigo caminando explorando el lugar.

- ¿Quieres montar bicicleta? -dice serio
- No sé montar -confieso y el comienza a reír a carcajadas
- ¿Qué te da risa?¡No es gracioso! -hago pucheros
- ¿Es en serio?, pero si conduces motos -ríe
- Pues las bicis me asustan Max
- ¿Quieres aprender? -dice terminando su helado
- ¡Sí! -digo terminando el mío

Me toma por la mano y me ala riendo hasta donde están las bici. ¡Este tipo es bipolar!. Max coge la suya y yo la mía y nos vamos a un lugar más amplio y apartado con pocas personas. Me monto y trato de pedalear pero caigo. Max corre a ayudarme mientras ríe como niño y por un momento me deleito con esa sonrisa. Pasa su brazo por detrás de mí y junta sus manos sobre las mías. En ese momento hubiera querido que el tiempo se detuviera, podía sentir su respiración en mi cuello.

- No te dejaré caer -susurra en mi oído - No temas
- No lo hago -respondo mirando sus ojos.

Nuestros están tan cerca que podríamos besarnos. Pero recuerdo que es la persona que me compró y que a pesar de haberme salvado la vida no me deja libre. Entonces miro de nuevo al frente y el disimula la situación.

Seguimos con la clase y el ambiente quedó algo tenso, después de unos cuantos intentos logro avanzar torpemente hasta acostumbrarme a estar sobre dos ruedas. Disfrutamos de una parte del parque observando la flora y fauna de la isla continente. Es verdaderamente hermosa. Almorzamos en el barrio Newton, al sur del centro de Sidney. Hicimos algunas compras en el centro comercial Chinatown (Barrio chino), también situado al sur del centro de la ciudad. Regresamos al hotel en la tarde. Fui al baño porque ya no aguantaba más mientras Max se quedó en el jardín.

Al salir del baño me dirijo hacia el y lo veo hablando con alguien por teléfono. Me acerco sigilosa sin que los guardias se den cuenta...

- Sí ella está bien, Alex no sabe que estamos aquí -dice Max y se me pone la piel de gallina al escuchar el nombre de ese cabrón.

- ...

- Mañana en la noche lo aré. Espero que no lo haga más difícil sino se me agotará la pasiencia. -dice algo exaltado

- ...

- Si la amo pero mi pasiencia tiene un límite -siento su voz algo molesta - Hablamos luego -cuelga.

Me voy a la habitación corriendo para que no me vea, ¡Dios, si no hago lo que el quiera va a violarme!. Tengo que buscar la manera de irme. No puedo contar con mis amigas pero quizás si trato de comunicarme con Gustavo el me ayudará, y me llevaría con mis padres, allá no me encontraría. Rusia está bastante lejos de sus alcances.

Siento la puerta abrirse, es Max.
- Arréglate preciosa, iremos a la Ópera de Sidney. -dice quitándose la camisa dejando su musculoso pecho descubierto.
- Eso suena aburrido -digo en susurros
- ¿Dijiste algo? -pregunta acercándose intimidante.
- Que...que suena a...aburrido -tartamudeo
- Estás nerviosa -se acerca más
- N...no -digo
- Ya veo -susurra acoralándome a la pared.

Lo empujo mientras el ríe descaradamente, le lanzo una mirada de furia y me corro al baño sintiendo el peso de su mirada.

Hola mis amores, como se los prometí, disculpen la tardanza es que estaba revisando la ortografía, no olviden dejar su voto y a penas publique el libro que les comenté hago un anuncio.
😘😘😘

Vendida por Amor a primera vistaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt