Capítulo 34

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EL auto arranca y luego de una hora llegamos a nuestro destino. Max venda mis ojos y me carga sin mi consentimiento.

- ¿Qué sucede? -pregunto curiosa
- Ten pasiencia -dice mientras camina
Puedo sentir una leve brisa impactar contra mis piernas, un olor a mar impregna mis fosas nasales y Max me deja con cuidado en el suelo.
- No te quites la venda aún -dice y siento como nos movemos. Puedo suponer que estamos en una especie de barco si no me equivoco.
Un rato después, Max vuelve a cargarme y siento como nos detenemos. Quita la venda de mis ojos y veo que nos encontramos en una habitación bastante grande, al parecer estamos en un yate y todo está decorado con rosas, pétalos de rosas, velas y sábanas blancas. Una botella de vino y dos copas a un lado de la habitación y unas ventanas transparentes que muestran todo el mar a nuestro alrededor. Sonrío inconscientemente ante la belleza del lugar, sintiendo las manos de Max rodear mi cuerpo y abrazarme colocando su cabeza a un lado de mi cuello.
- ¿Te gusta? -pregunta
- Está hermoso -digo casi sin palabras de la emisión - Me encanta -me doy la vuelta y lo beso mientras entrelazo mis manos en su cuello.
- Ya eres mía -susurra
- Siempre lo he sido -contesto y él me besa desesperadamente.
Retiro su camisa, y todo lo que cubre su hermoso cuerpo para luego dejar pequeños besos húmedos en su pecho. El solo cierra los ojos sintiendo mi tacto, baja la cremallera que se encuentra en la parte trasera de mi vestido que llga hasta mis pompis. Al terminar dejo caer mi vestido resiviendo al insatante miradas pervertidas de él al notar mi provocativa ropa interior. Bajo mi mirada hasta el gran bulto que se denota en sus pantalones y no dejo de sorprenderme un poco logrando sacarle una pqueña risa a Max. Toma mi mentón en sus manos...

- Te Amo pequeña -dice emosionado
- Y yo te Amo Max -contesto cerrando mis ojos al sentir el cálido tacto de sus manos en mi rostro acariciándolo.
- Me enamoré de tu hermosos rostro, tu figura, ese día eras todo en esa dicoteca, resaltabas tanto porque eras esa hermosa piedra que nunca encaja donde los demás intentan opacar su brillo. Nunca he dejado de sentir esto por tí y ahora que eres solamente mía, seremos felices juntos.

Luego de desir eso, nos unimos en un profundo beso que poco a poco, nos lleva a la cama donde nos fundimos entre caricias, gemidos y placer mutuo. Max me hace el amor como nunca lo había hecho, y yo no pierdo oportunidad para subirme sobre él y poner en práctica algunas lecciones pervetidas que me he visto en internet. Logro que Max exprese lo que siente mediante gruesos gemidos y apretando mis pompis con sus manos mientras me acerca más a su cuerpo donde siento su gran masculinidad en lo más profundo de mí y gimo como si no hubiese un mañana.

Luego de una noche y unas dos semanas algo intensas entre él y yo, estando solos en un yate en el medio del océano, resive una llamada extraña.

- ¡Alicia! -llama Max entrando a la cocina y encontrándome meniando el trasero con una de sus sudaderas puestas.

Me doy la vuelta y lo encuentro recostado de la puerta observándome sonriente.

- Está listo el desayuno -digo feliz - ¿Por qué me miras así? -pregunto al ver que sigue mirándome y no me contesta
- Porque cada dia confirmo que tengo como esposa a la chica más hermosa del mundo. -se acerca y deja un cálido beso en mis labios para luego sentarnos a desayunar.
- Cuándo regresemos, ¿vivirenos en la mansión? -pregunto curiosa
- Donde tú quieras preciosa, eres mi mujer ahora, todo mi imperio es tuyo. Podemos vivir en una casa sobre el mar si quieres -bromea
- Hablo en serio amor, es solo que, esa mansión tiene recuerdos que quiciera olvidar -hablo sincera bajando la mirada
- Ey escucha -levanta mi rostro - Viviremos donde quieras -dice sonriendome
- ¿Has pensado en tener hijos algún día? -saco el tema
- Sí, debe haber ub heredero para el negocio y mi fortuna, pro por ahora solo quiero llevarte a conocer el mundo. Tengo muchos planes para nosostros y un bebé los tiraría por la borda -dice haciendo un gran hueco en mi corazón.
- ¿Por qué preguntas?
- Porque, yo quería decirte que creo que estoy... -una llamada me interrumpe, Max mira su celular y tras ver de quién es se levanta rápidamente con una cara de enojo.
Lo sigo sin que se de cuenta hasta la parte superior del yate...

- ¿Qué? -grita furioso

-.....

- ¡Ese imbécil va a conocerme! -dice aún más furioso

-......

- Ella está bien, está conmigo, la llevaré a un lugar seguro hasta que demos con ese bastardo de Alex -dice y mis piernas tiemblan

-......

- Ahora mismo manejo hasta la cosata, manda a los hombres con el auto blindado y manda mi auto. -dice y cuelga la llamada.
Se da la vuelta y nota que estoy a pocos metros de él...

- ¿Qué sucede? -trato de mantener la calma
- Preparate, nos regresamos -dice y sin más pasa a por mi lado en dirección al timón del yate.
- ¡Max dime! -grito y él se dtiene - ¡No sigas tratándome como una muñeca sin contarme las cosas! -me altero un poco y él se da vuelta y se acerca a mí
- No sucede nada Alicia, solo has las maletas -dice tratando de mantener la calma pero noto en sus ojos que está muy furioso
- ¡No!, ¡quiero que me digas que sucede en este momento, escuché el nombre de Alex! -confieso
- No deberías escuchar conversaciones que no te incumben -dice firme y frío
- Estabas hablando de mí así que sí me interesan -le contesto - Nunca me queires contar nada para protegerme, pero yo necesito saber a que me enfrento, contra quién debo defenderme, porque no soy solamente yo -digo y él no entiende a lo que me refiero, más no deja su posición
- ¡Solo prpárate Alicia, joder! -me grita y me sobresalto
- ¡Estoy embarazada! -confieso gritando dejándolo callado, confundido, en silencio. Veo en sus ojos una profunda desepción que me duele y rompe mi corazón en mil pedazos.

Dedicado a mary8279, gracias por leer y comentar esta historia. Tu apoyo vale mucho💖

Vendida por Amor a primera vistaWhere stories live. Discover now