Capítulo 8

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(Max)

Llegué al hospital y pregunté por mí hermana furioso hasta que apareció el doctor.
- ¿Usted es el familiar de Keily Wilson? -preguntó
- Si doctor, háble -ordené furioso
- La señorita Wilson tuvo fracturas en el brazo y algunos golpes, lo que me motivó fue un rasguño de un disparo en su hombro hizquierdo. Puede que el accidente halla sido provocado y su hermana atacada. -explico el doctor.
- ¿Pero estará bien?
- Si, si, le haremos exámenes y dentro de tres días podré darle de alta.
- Gracias doctor.
Rápidamente llamé a Brook

Llamada
- Reúne a los hombres Brook, quiero que averigüen quien fue el bastardo que se atrevió a meterse con mi hermana -dije furioso
- ¿Qué sucedió?¿Cómo está ella? -preguntó, se sentía preocupado
- Está mejor, averigüen eso. Luego hablamos.
- Vale, cuando la veas dile que espero que se mejore -dijo extrañamente

No sabía cuál era su preocupación, sé que siempre se han llevado bien pero no creí que fuera para tanto.
Entré a ver a Keity y la vi bastante mejor, llame a Nana y le pedí que se quedará junto con algunos guardias.
Salí d l hospital con deseos de ver a mi sol. Cuando llegué a casa encontré a mi pequeña dormida en el sofá del salón envuelta en colchas. Se ve muy indefensa cuando duerme. La cargué con cuidado y la llevé a mi cama. Quería dormir a su lado. Me quedé observando su hermoso rostro dormido, tenía tantos deseos de hacerla mía que preferí dormir.

La claridad de la mañana atravesando el ventanal de la habitación me despertó, miré a mi lado y Al no estaba. Me asusté. La busqué por toda la casa y no estaba, andaba en bóxer pero no me importaba, solo faltaba la cocina.
Bajé y ahí estaba, preparando el desayuno mientras tarareaba una canción con una de mis sudaderas puestas que le llegaba a las rodillas. Me encantaba lo feliz que se veía en ese momento pero no éramos los únicos en casa. Me senté a observar el espectáculo.
- Me parece que no aprendiste la lección preciosa -dije haciendo que se sobresaltara.
- Podías al menos avisar que estabas ahí, ¿cómo está Keity? -preguntó mientras veía su sonrisa desaparecer.
- Mejor, ¿que haces? -pregunté acercándome a ella.
- Tortitas, no tan buenas como las de Yesi pero es a mi manera -dijo mostrándome esa sonrisa de nuevo
No pude evitarlo y la acerqué a mi tomándola por la sintura, le hablé al oído haciendo que se excitara pudiendo sentir su respiración agitada.
- ¿Cuando me pedirás que te haga mía de nuevo preciosa? -dije burlón
- Yo...-la interrumpí
- Si quieres puedo llevarte al cielo
- Max...no hagas esto -se estremecía mientras yo llevaba mis manos a su entrepierna
- Te amo preciosa, serás mía -susurre acariciando su sexo y besando su cuello.
-Max... -gemia
Un carraspeo de garganta nos interrumpió y ella se alejó de mi al instante mientras yo quería matar al responsable. Me di la vuelta y era Alex.
- ¿Que quieres? -pregunté furioso
- No te esponjes, solo vine a tomar algo de jugo, ya me voy. ¿Cómo está mi hermanita? -dijo riendo
- Ella está bien, toma el jugo y vete.

Tomó el jugo y se fue, Alicia estaba algo nerviosa aún.

(Alicia)

Aún me sentía algo nerviosa con Alex al rededor. Y por otro lado Max que no dejaba de presionarme, mis deseos de sentirlo dentro de mí cada vez aumentaban más.
Se acercó a mí.
- En que nos quedamos -dijo cínicamente
- Déjame en paz Max, ahora desayunemos -dije algo avergonzada.
Terminé primero y subí a prepararme. El subió al rato.
- ¿Puedo pedirte algo? -pregunté
- Lo que quieras preciosa.
- ¿Me dejas visitar a mis amigas?
- De acuerdo pero con una condición.

No puedo creer que me puso un maldito localizador en la pierna. Y duele. Es uno de esos que se ponen bajo la piel. Y me obligó a usar micrófono en la ropa, es un chismoso.

Cuando llegue a visitar a las chicas el ambiente estaba algo raro, aún así nos reímos con algunos recuerdos.
- Y como te va con ese guapísimo novio tuyo -hablo mía
- Es un fastidioso -dije sabiendo que Max me escuchaba, era hora de molestarlo - No le gusta bancarse, solo lo hace cuando va a trabajar, mientras puede quedarse días sin bañarse.
Las chicas reían y mi celular sonaba, Max seguro quería reclamar.

Después del mediodía, escuché una conversación tras la puerta de la habitación de Yesi, ella habla

Llamada
- Si Señor, está aquí -se sentía algo asustada - ¿Llamo a Drago para que no sospeche de usted? -preguntó
-...
- ¿Cómo están mis padres? -podia sentir como sollozaba - De acuerdo Señor. -colgó el teléfono y salí pitando de allí confusa.

No se porque presentía que esa llamada era por mí. De repente entraron unos hombres a la casa y nos atacaron. Las chicas gritaban y yo trataba de pelear contra dos tipos que se me acercaban amenazantes. Me pusieron un paño en la cara y poco a poco perdía mis cinco sentidos.
Antes de caer inconsciente, oí que le dijeron a Yesi:
- Buen trabajo.

Y aquí tienen otro capítulo, comenten por favor y denme unas estrellitas, recuerden que es mi motivación para seguir escribiendo.
😘😘😘

Vendida por Amor a primera vistaWhere stories live. Discover now