Capítulo diecinueve

17 2 2
                                    

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒊𝒆𝒄𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆... 

𝑬𝒏 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅

Eran las ocho de la mañana, y me encontraba demasiado cansado. La sensación de las sábanas abrazándome el cuerpo y arropándome para seguir durmiendo, era demasiado reconfortante. A tal punto que se me hacía casi imposible poder levantarme, por lo que habré estado al rededor de treinta minutos luchando contra el cansancio, para finalmente poder salir de mi cálida habitación.

Este día lo había venido postergando hace un tiempo, pero no porque quisiera, sino por culpa de la gran cantidad de trabajo que tuve últimamente. Sesiones y sesiones, una detrás de otra, sin darme chance a tomar un descanso. Al parecer a todo el mundo se le había dado por ir al psicólogo, logrando así que mi cronograma estuviera completo. Solo podía ir a trabajar, regresar a casa y dormir. Un estilo de vida que terminaba siendo muy agotador.

Hoy era un día importante, ya que iba a llevar a cabo un plan. Y esperaba que funcionara, porque comenzaba a quedarme sin ideas. La situación con Alex se estaba volviendo cada vez más complicada, debido a nuestra mala relación. Tenía escasa información de él, no iba a las consultas y encima no paraba de aparecerse en mis sueños. ¿Qué podía hacer ya ante una situación de este nivel? Realmente estaba colmándome, y la opción de alejarme se me hacía tentadora. Era verdad que todo el tiempo que gasté con este chico iba a terminar desperdiciado, pero por otro lado, ¿hasta donde iba a llegar? Después de todo, tampoco sabía si mis resultados serían positivos. Así que me arriesgaba a un futuro incierto.

Y luego de todo ese análisis, volvía a pensar las cosas y recordaba mi fantasía estando en coma. Cada momento que había pasado junto a Alex, se había sentido tan real, que hasta me era difícil no sonreír al recordarlo.

De todas formas, no sabía a ciencia cierta si aquella personalidad que él había adoptado en mi mente, era la misma que tenía realmente. Podía ser que todo me lo hubiera inventado y solamente fuese un chico complicado, como se había mostrado hasta el momento. Aunque hubieron situaciones, como cuando estuvimos en el shopping, que me hacían esperanzarme y creer que aquel Alex imaginario, era realmente el Alex real, el cual se escondía en aquella coraza llena desconfianza y deseaba romper. Algo que me llevaba a pensar, ¿qué tanto valía la pena hacerlo? Y aún dándole treinta vueltas en mi cabeza a esa pregunta, seguía sin tener una respuesta.

Mi plan era ir a su escuela, pero esta vez para hablar directamente con los directivos respecto a la situación de Alex. Sin ninguna escusa de por medio. A diferencia de antes, esta vez necesitaba evitar a toda costa cruzarme con el contrario, ya que si lo hacía, seguramente las cosas empeorarían. Y no podría acercarme, sin que él salga corriendo.

Mi objetivo era más que nada descubrir si había alguna situación en la escuela que le pudiera estar afectando. Como malas calificaciones, problemas con sus compañeros, peleas, etc... Después de todo, si no me equivocaba, la vez que lo encontré acá, solamente estaba junto a un chico. Mientras que en el aula, no parecía tener mucha relación con el resto del curso, y esto tal vez le estaba afectando.

Realmente, después de todo el trabajo que estaba realizando, me merecía un gran aumento de sueldo.

.

.

.

.

Apenas llegué a la escuela, la directora me recibió con un semblante bastante alegre, el cual fue cambiando conforme le iba contando por el motivo que había ido hasta la institución. Algo que me extraño bastante, ya que no parecía muy contenta con escuchar el nombre de Alexander. Además que yo no había dicho algo demasiado extraño, solamente que quería oír de sus superiores las observaciones que habían tenido respecto a sus actitudes, notas, etc. Obviamente, todo esto acompañado de mi certificado de psicología y alguna que otra prueba, para que fuese más difícil que se negara a proporcionarme la información.

¿Y si no es un sueño...?Where stories live. Discover now