Capítulo nueve

20 3 3
                                    

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒆 

𝑳𝒂 ❞𝒑𝒆𝒔𝒂𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂❞ 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒏𝒖́𝒂...

Desperté en mi cama bastante sobresaltado, mirando para a todos lados intentando comprobar que me encontraba solo. Al darme cuenta que era el caso, un gran suspiro salió de entre mis labios, ya que por fin ese mal momento había terminado. Mi vida poco a poco se estaba convirtiendo en un infierno, y algo me decía que esto no podía acabar bien. Todos los días estresado, con mil problemas y encima aquellos dolores agobiantes, que parecían ser una bomba de tiempo para mi cuerpo. Llegando a un punto que me planteaba hasta donde podría llegar con Alex, si las cosas seguían subiendo de dificultad. Aunque aun continuaba aquella pequeña esperanza, en donde si llegaba al fondo de esto y descubría como resolverlo, todo llegaría a su fin y volvería a vivir una vida normal. Sin problemas de salud, pesadillas y peleas con un chico que parece odiarme.

Luego de pensar aquello, agarré mi teléfono para ver la hora. Logrando así que me percatara de algo tan aterrador, que de un salto acabé sentándome en la cama. En la fecha aparecía quince de marzo, y yo estaba seguro que antes de tener ese sueño, era catorce de mayo. No podía ser posible, era algo totalmente ilógico. Aunque me pusiera a revisar una y otra vez el día, no era un error de mi vista, sino que de verdad marcaba esa fecha. Por lo que me puse a buscar en internet, y en todos lados ponía que me encontraba en el quince de marzo ¡de 2021! Es decir, un año en el futuro. ¿Cómo podía ser posible? ¿El sueño no había terminado? Todo se sentía tan real que estaba comenzando a asustarme.

Finalmente, me levanté de la cama y fui al living, para poder comprobar que nada había cambiado. Aquellos cuadros que nunca antes había visto, adornos extraños, etc... Rematando con el chico en mi cocina, preparándose panqueques con un café, como si se encontrara en su propia casa. Por ello, terminé saliendo un momento al patio porque quería tomar aire. Me sentía tan agobiado que no sabía que hacer, quería despertar a toda costa y acabar con esto. Por eso, comencé a golpearme contra distintos objetos del patio. Sintiendo el dolor de una forma tan real, que me hacía alterarme cada vez más. Era inexplicable que aun no haya podido despertar ¿Cuánto iba a durar? ¿Podía esto no tratarse de un sueño? Y aunque esa opción carezca de cualquier tipo de lógica, a estas alturas cualquier cosa se me hacía posible.

Ante eso, comencé a intentar recordar con todas mis fuerzas lo último que hice, ante la posibilidad de haber recibido un golpe que me haya hecho olvidar todo, pero ningún recuerdo aparecía. El último suceso que mi mente podía visualizar era yo en frente de mi auto, donde mi conocimiento comenzó a nublarse y perdí el conocimiento. Aparte de eso, todas mis memorias eran anteriores a aquel hecho. No había nada más actual, y eso no me tranquilizaba en lo absoluto. En caso de que estuviera despierto, ¿qué es lo que me había sucedido? ¿Acaso sufrí un accidente y por eso no puedo recordar nada? Nadie había mencionado algo ayer, pero al comenzar a quedarme sin ideas, opté por mi última opción. Ir a preguntarle a Alex, con la intención de que termine de aclarar mis dudas.

Sin más, volví al interior de mi casa y me encontré así con el chico sentado junto a una taza de café y su notebook. Asumí que estaba estudiando o algo por el estilo, ya que tenía abierto un archivo en donde escribía a gran velocidad. Aun así, en el momento que me vio, dejó de prestarle atención a lo que estaba haciendo y se centró en mi. En sus ojos podía apreciarse un pequeño brillo, el cual me llamó bastante la atención. Era demasiado evidente que se encontraba enamorado, y no pude evitar pensar que se veía muy lindo así, aunque me siga pareciendo extraño que sea mi novio. Es decir, ¿cómo habíamos pasado de aquella relación tan tensa, a una así de linda?

—¡Buen día, amor!—Exclamó el chico, llamándome al instante la atención por el apodo que me dio.—¿Pasó algo? Te vi en el patio haciendo movimientos raros, pero no quería ir a molestarte.

¿Y si no es un sueño...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora