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Bueno. No me puedo disculpar lo suficiente por haber tardado tanto en subir este capítulo. Incluso pretendía subirlo antes de que terminara el 2020. Así que... Perdón T.T Mucho mucho perdón. No hay excusa más que mi falta de motivación e inspiración. En mi cabeza, la historia hace tiempo que está terminada. No voy a tardar meses con el epílogo, pero todavía tengo que terminarlo, así que solo les pido una pizquita más de paciencia. Perdón otra vez por ser una escritora tan irresponsable. Espero que disfruten de este últumo capítulo de Lazos irrompibles :) También me disculpo por los errores que pueda haber, no lo leí antes de subirlo, ya que quería subirlo lo antes posible, no quería esperar ni hacerlas esperar más. Ahí va:

Alexander

Inhaló y exhaló, sintiendo la excitación del día inundar su cuerpo al compás de una sonrisa que se negaba a abandonar su rostro. Era el cumpleaños de su hija y, no solo eso, sino que era el primer cumpleaños que lograba pasar con ella.

Al principio habían considerado celebrarlo en la casa de los Dunn, ya que su jardín trasero era bastante más grande, pero Alex deseaba poder darle un cumpleaños en la casa en la que ahora vivía, si bien ni Emily ni Kate la consideraban su hogar, no completamente. Se conformaba.

—Te ves tan feliz, hermano.

Miró a su izquierda, encontrándose con la más pequeña de sus hermanas, Baylee. A pesar de llevar treinta semanas de embarazo encima, lucía radiante y no parecía incómoda en lo absoluto. En realidad, era la broma interna entre sus hermanas, Irene y Kate, pues se quejaban de que su panza ni siquiera era tan grande. Aclamaban que era una injusticia, ya que ninguna de ellas había tenido esa ventaja.

—Estoy feliz —afirmó—. Estoy festejando un cumpleaños de mi hija por primera vez. Mi mujer está mejor que nunca. Nuestras familias están reunidas otra vez. ¿Cómo no estar feliz?

Baylee cruzó los brazos sobre su barriga y miró a Kate a la distancia. En este momento, estaba enviando a Christopher Dunn con sus snacks saludables devuelta a la cocina, ya que era un cumpleaños y todos tenían permitido comer chatarra.

Irene, con Haley en brazos, los miraba con humor.

—¿Soy yo o Kate está algo más rellenita? —murmuró Baylee.

Alex sonrió.

En efecto, esa camisa que estaba usando y esos jeans le quedaban más ajustados que antes, y eran prendas que usaba con cierta frecuencia.

—Sí. Se ve increíble, ¿no es cierto? Es como que se ve más hermosa cuanto más tiempo paso con ella.

Kate rellenita... Era mucho más hermosa que Kate delgada hasta los huesos, como cuando se volvieron a encontrar.

Baylee largó una risita y le dio unas palmadas en el brazo.

—Sabes... —murmuró—. Por un momento pensé que todo el drama con Nate les afectaría gravemente. Cuando se desmoronó de esa manera frente a todos... Pensé que sería el tipo de persona que te echaría la culpa. Gracias a Dios estaba equivocada. Ahh, me alegro tanto de haber estado equivocada. No te das una idea.

Él también se alegraba, pues era un pensamiento que había surgido en su mente. Al contrario, los había unido aún más. Fue solo el otro día que Kate se cruzó con la fotografía de una casa que le gustó en una red social y se la mostró con cierto entusiasmo. No le quedó duda de que era el momento de volver a mencionar el comprar una casa juntos.

Planeaba hacerlo esta misma tarde, luego de que todos los invitados hubieran vuelto a sus casas.

Además, sobraba mencionar que su madre había tenido toda la razón. Su relación comenzó a sentirse incluso mejor que antes luego de incidente con Nate. En realidad, a partir de ese momento, Alex sintió que volvió a reencontrarse con Kate, a pesar del tiempo que llevaban luego de haberse cruzado en el mercado.

Lazos irrompibles (Lazos II)Where stories live. Discover now