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Capítulo 2

OCTUBRE

KATHERINE

A pesar de que hacía dos años que su mejor amiga se había casado con Christopher Dunn, para Katherine su nombre seguía siendo Irene Forbes. La verdad era que su nombre era lo único que había cambiado, pues seguía siendo la misma niña que siempre ayudaba a los demás y se olvidaba de ayudarse a ella misma. La misma que quiso ser ama de casa, con la diferencia de que ahora lo era en serio.

Y ya no era una niña.

En este momento se encontraba recostada en uno de los sillones que estaban a un lado de la piscina exterior, con el respaldo reclinado, ambas manos detrás de su cabeza y Hunter sentado a horcajadas sobre su regazo. Lo curioso, sin embargo, era que el niño estaba tirado sobre la panza de 27 semanas de embarazo, abrazándola, y con la mejilla apoyada arriba del ombligo de Irene.

Katherine no podía evitar pensar que, si su amiga conseguía broncearse, terminaría con la silueta del niño pintada en su parte frontal.

El verano había terminado, en realidad, pero aquí las otras épocas prácticamente no existían, los días frescos eran pocos y frecuentaban en diciembre y enero. Por eso mismo Katherine había aprovechado su estado de desempleo para pasar el día con su mejor amiga tomando sol.

Eran las 5PM, así que el sol ya no era tan fuerte y broncearse a esta hora era poco probable, pero Hunter se negaba a separarse de su mamá, lo que resultó en la primer parte del día en la piscina de adentro.

—¿Ya sabes cómo se llamará el bebé? —preguntó Katherine.

Irene tenía los ojos cerrados, la cara apuntando al sol.

—No —murmuró—. Es el turno de Christopher de elegir el nombre.

—¿Por qué no pueden elegirlo los dos?

—Porque yo elegí Hunter sin consultárselo y él ni siquiera lo cuestionó.

Dallas, al otro lado de Katherine, resopló.

—Estoy bastante segura de que en ese momento no tenía derecho de cuestionar o de que se lo consultaras.

La señora de Baskerville también estaba embarazada, pero solo de 19 semanas. Era extraño, y Katherine no sabía si era adrede, pero tanto Hunter como Georgia se llevarían dos años y un mes con sus hermanos menores. Al menos se llevarían poco tiempo y compartirían más cosas juntos. Si Emily alguna vez tenía un hermano ya le llevaría más de cuatro años.

Harry, Emily y Georgia estaban jugando en el pequeño parque que estaba cerca de las canchas de tenis, que por suerte no se encontraba tan lejos que no los podían vigilar desde sus asientos. Usualmente, Dallas no dejaba a su hija de un año y siete meses fuera de su vista directa, pero Harry era un excelente niñero y solo tenía 8 años. Bueno, cumpliría 8 en próximo mes.

—Tenía el derecho —refutó Irene, aún con los ojos cerrados. Bajó un brazo y acarició el cabello castaño de Hunter—. Pero no se lo merecía. Ahora sí lo merece, así que le he dejado la tarea. Solo le dije que fuera con H.

Katherine chasqueó los dedos y la apuntó con el dedo índice.

—Eso tiene sentido. ¿Crees que es coincidencia que le hayas puesto un nombre con H a Hunter sin saber que tu hijo adoptivo tendría un nombre con H también, como te gustan a ti?

Irene abrió los ojos y giró la cabeza para poder mirarla a los ojos. El sol le estaba dando en la cara, pero sonrió igual.

—¿Me estás diciendo que crees en el destino, Katherine Zamora?

Lazos irrompibles (Lazos II)Onde histórias criam vida. Descubra agora