cap 8

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Narrador Omnisciente

Los padres de Anya se encontraban en la habitación junto a su hija, ella dormía plácidamente producto de los sedantes administrados.

—No es normal esto y lo sabes—comenta Zeline Volkod mirando a su exmarido...¿o pareja? Últimamente habían ocurrido tantas cosas que ya no sabía específicamente que eran.

—Es parte del tratamiento... ellos son profesionales con todo el conocimiento que tú y yo no tenemos en estos casos— responde Edik con calma.

—Sí, pero siempre que veo Anya, esta dormida o mucho más perdida que antes, Edik a veces ni me mira... es como si no me conociera, Soy su madre y la conozco bien, mi hija está cada vez peor.

Él solo la escucha y hace una ligera mueca cuando ella dice la palabra hija, ese típico gesto que demuestra algo de molestia, es sutil, pero sus años de matrimonio le permiten ver y reconocer cosas que para los demás no son tan importantes.

¿Se le caerá la máscara en algún momento, o sus emociones eran reales?

—Lo sé y es nuestra hija... pero el doctor ya te lo explico es normal que al comienzo este así, no es fácil buscar el tratamiento adecuado y hasta que lo encuentren Anya estará en esa fase de experimentación.

—Y eso es precisamente lo que me molesta mi hija no es un ratón de laboratorio, ¿qué no saben cuál es el adecuado para ella? Donde están sus conocimientos entonces—las palabras demuestran toda su preocupación y enojo, odiaba no poder hacer nada más por su hija, sentirse otra vez y unas mil veces más como la peor mamá del mundo. Como la que no servía para nada...

Cuando todo eso ocurría Abel caminaba hacia su habitación una de las que estaban distribuidas en secciones distintas, así en caso de alguna emergencia llegarían más rápido al sector asignado.

Busco entre los bolsillos su llave, sin embargo cuando la introdujo la puerta no cedía, algo o alguien estaba haciendo presión para no dejarlo entrar.

Su radio comenzó a sonar, la voz de Bea le informa que lo necesitaban de urgencia en el sector 6.

Por su mente paso que uno no podía ir con las carpetas, dos no podía entrar.

Así que deslizó la una a una las carpetas, por debajo de la puerta.

Con desconfianza, dejo la última.
Junto a la sensación de que no había ni la más mínima seguridad, pero no tenía más opción.

...

La hora permitida para ver a Anya había concluido, la inquietud de su madre no desaparecía, peor aún, aumentaba.

—Tenemos que irnos...—hablo Edik tocando su hombro de manera tranquilizadora.

—Dame unos minutos más... solo eso ve y habla con el doctor— sugirió ella.

Eso a él no le grado, pero debía complacer a su exmujer, para poder conquistarla de nuevo, aunque con lo sucedido hace unas noches atrás confirmaba sus sospechas de deseo, entenderse en la cama era una cosa... recuperar la confianza otra, y él necesitaba todo, y aún más.

Abel Bélanger

La urgencia ya había terminado, era otro intento de suicidio en el mismo sector de siempre, lamentablemente el paciente no mostraba mejorías, y a diferencia de otros nunca nadie iba a verlo.

Uno de los tantos olvidados... la mayoría de las familias piensan que esto arreglará a sus familiares como por arte de magia, lo vienes a entregar y te vas como si nada, te olvidas del problema y no es así.

¿Realidad? (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora