Cap 24 (Parte 1)

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Narra Anya Volkod.

Dean está en la habitación, intento no mirar hacia la puerta del baño, para evitar que descubra a Ingrid, lo observo como siempre con odio, rencor y temor.  Porque en el fondo sabía lo que era capaz de hacer.

-El auto está listo, debes cambiarte de ropa- en ese momento me di cuenta de que no llevaba el uniforme clinico de enfermero. En su lugar vestía de manera casual unos jeans negros y una garbandina de color verde musgo. Como siempre desprendía elegancia y poder- esperaré aquí- señalo el baño y asentí. 

Lo mejor era no llevarle la contraria, entre y miré a Ingrid, inmediatamente coloco su dedo índice sobre sus labios para decirme que guardara silencio, giro sobre su eje para mirar hacia la pared y darme la "privacidad" para vestirme.

Me puse los jeans de color azul claro y una polera negra junto que una chaqueta blanca.

Toco el hombro de Ingrid, ella me mira asintiendo mientras esforzaba una pequeña sonrisa, supiste leve, ya tenía nada más que hacer así que trague con dificultad y salí a enfrentarme a Dean.

Su mirada recorrió mi cuerpo, me sentía rara, esperaba vestirme con ropa casual cuando Abel consiguiera que me dieran de alta y ya todo fuera normal, espéreme mejor dicho imagine muchas veces este momento, salir seguir estudiando, tener un futuro con Abel, solo que las circunstancias eran completamente diferentes... quien caminaba conmigo hacía la salida no era él. Y no sabía en donde estaba, mi mirada recorría  el pasillo, las salas, ventanas a modo de despedida, camine con lentitud, deseaba verlo aunque fuera unos segundos.

Al llegar a la salida mi corazón se comprimió el guardia le pido unos papeles y Dean los extendió,  firmó el registro de egreso.

Tomo mi muñeca sin ejercer una presión excesiva, pero lo suficiente para evitar que me escapará.

—¿Por qué vestimos con ropa de invierno? El día está soleado...— me guio a un Audi negro de último modelo.

Sin mirarme y mientras me abría la puerta para que subiera, respondió.

—Porque a donde iremos si es invierno, no creo que quieras pasar frío.

El auto olía a vainilla, y a su perfume.

No pregunte nada más, me limité a mirar la clínica a medida que nos alejábamos muchos recuerdos fueron pasando por mi mente, tal vez era mejor que Abel se quedara a salvo, quizás algún día nos encontraríamos... ahora sería mi lucha.

...

El camino al aeropuerto, había sido lo más incómodo del mundo, ambos nos mantuvimos en un silencio eterno, Dean miraba fijamente la carretera.

Mis pensamientos bombardean mi mente, como escaparía, odie que siempre se saliera con lo que él decía. 

Le di la espalda y unas lágrimas rebeldes cayeron por mi mejilla, pero no le daría el gusto de verme débil otra vez.

Cerré mis ojos con fuerza y preferí dormir.

Cuando desperté ya estaba en el asiento del avión.

—¿Se le ofrece algo señorita?— cuestiono la Azafata.

Mire a mi lado y el asiento estaba vacío.

—Su acompañante acaba de ir al baño.

Volví mi mirada hacia ella.

—Disculpe, ¿cuál es el destino de este vuelo?

—New York, esperamos llegar antes de que el clima empeore— respondió con afabilidad.

¿Realidad? (Libro 2)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن