¿Realidad? (Libro 2)

Cap 15

Abel Bélanger.

Anya despierta unos segundos antes que Abel, se limita a observar la tranquilidad que refleja su rostro, sus brazos le rodeaban la cintura.

Su pecho subía y bajaba lentamente, estiró su mano con cuidado acariciándole la mejilla, sintiendo la suavidad de piel, sin percatarse de que él ya había despertado.

—Bue..nos días—la voz adormilada de Abel, es más bien un susurro grave y sexual de manera inconsciente.

Eso es lo que más le gustaba de él, su personalidad sencilla y amable, a pesar de todo, no había arrogancia en su personalidad, ni por su físico, inteligencia o posición social.

Abel Bélanger era demasiado bueno para ser real. Y eso a su vez le generaba cierto temor.

—Buenos días— responde ella con una sonrisa en sus labios.

Él por sus parte aún no despertaba completamente, se frotó un el ojo derecho para acostumbrarse un poco a la oscuridad, el reloj Marcaba las 5:20 am solo había dormido una 4 horas, pero ya normal en su rutina.

Verla junto a él le provocaba una emoción innata, si bien no había ocurrido nada más allá de esos besos, esa esperanza en su pecho cobraba vida, que ese sentimiento podía ser mutuo. Pero tampoco estaba seguro de que ella recordara algo de lo que había sucedido... y nuevamente volvía su inseguridad, esta vez con más miedo que antes.

Se habían besado por primera vez, eso no solo le confirmaba los que ya sentía, sino que a su vez complicaba más sus pensamientos, antes del beso si Anya fuera rechazar, no dolería tanto, posiblemente habría quedado como un amor platico, un recuerdo que llevaría consigo, pero lograría continuar.

En cambio ahora, si eso llegara a ocurrir, estaba seguro de que no saldría de ahí tan fácilmente, no podría aceptarlo con facilidad sin que eso le quemara por dentro.

Quería preguntarle si sentía lo mismo, su mente lo cuestionaba una y otra vez, sin embargo, tampoco quería presionar la situación.

Sencillamente sus pensamientos se encontraban divididos entre todas las cosas se dan a su debido momento y en que si no te arriesgas no ganas.

Ella pareció reconocer la inquietud en su rostro, ya que se acercó a él dejando un beso corto sobre sus labios.

—¿Por qué tanto silencio?—inquirió con tranquilidad.

El corazón de Abel comenzó a latir con rapidez y Anya podía sentir como este retumbaba contra su pecho.

Esa siempre acción fue suficiente para demostrar que si recordaba lo sucedido hace algunas horas.

—Quizás porque creo que aún estoy algo dormido—responde él con una curva en sus labios—¿Cómo te sientes?—su mano comienza a trazar círculos en la espalda de ella y luego lleva con delicadeza su mano a la frente de ella, ya no tenía una temperatura elevaba, los medicamentos habían funcionado bien.

—Bien... con algo de sueño también, pero bien —apoya su rostro contra su pecho para oír los latidos de él, se sentía tranquila al saber que no estaba completamente sola, hasta que pronto recordó que Abel se iría... por unos días, pero eso no significaba que no estaría sola y expuesta al peligro que significaba Dean en ese lugar.

Él sonríe y aparta los mechones rebeldes de rostro de Anya. Estaba tan cómodo con ella a su lado que la idea de irse por unos días comenzaba a debilitarse. 

- ¿Te irás igual? -Su mirada refleja claramente la angustia que le provoca estar lejos Abel- no me vuelvas a ignorar así, era horrible no poder hablar contigo...- confiesa.