Cap 16

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Narra Zeline Volkod.

Lleva un tiempo sin visitar a mi hija, la empresa estaba presentando problemas. Y no sabía como solucionarlos... estaba frustrada.

Las cuentas no encajaban y los inversionistas se estaba retirando sus ingresos. Tuve que despedir algunos trabajadores me costó más de lo que imaginaba, porque sé que detrás de cada uno de ellos hay una familia, que necesita un sustento para vivir, que tienen deudas y quizás remedios que pagar. Sin embargo, necesitaba tomar la decisión rápida, si mi empresa quebraba no los podría recontar de nuevo, si se salva podíamos volver a ser el mismo equipo de antes.

-Amor... ya es tarde, debes descansar-Edik, rodea mi cintura desde atrás y comienza a dejar besos húmedos en mi cuello.

Suelto un pequeño suspiro.

-¿Y está te parece una buena forma de hacerlo?-muerdo un poco mi mejilla.

Suelta una pequeña risa y sus manos suben hasta el primer botón de mi blusa desabrochándola.

-Sí, necesitas quitarte el estrés, y dormir relajada después de hacer un poco de ejercicio...-susurra con voz grave en mi oído y acaricia el monte de mis senos con delicadeza.

Sonrió y me dejó llevar por las emociones, al tiempo en el que me siento culpable, soy feliz ahora, somos la pareja que siempre soñé que volveríamos a ser algún día, pero sin mi hija... era eso lo que le incomodaba. Lo sé, por eso siento culpa... porque me hace imaginar que siempre hubiera sido así.

De un momento a otro por estar divagando entre mis pensamientos y las sensaciones, pasamos a la habitación, sus manos recorren mi cuerpo que de un momento a otro paso a estar descubierto, nuestras miradas se unen al mismo tiempo que lo hacen nuestros cuerpos, olvidándome de lo demás me concentro en disfrutar de su compañía y del deseo.

...

-Ese fue un muy buen ejercicio...-apoyo mi rostro en su pecho y lo miro.

Sus ojos están algo cerrados y curva sus labios en una sonrisa antes de responder.

-¿Si?, me alegro de que le haga gustado su rutina de hoy.

Dejo un beso corto en su hombro y me acomodó para dormir.

Sin embargo, después de unas horas despierto cuando lo siento levantarse. Finjo estar dormida aún, él se mueve despacio mientras se viste. Al terminar sale de la habitación asegurándose de que yo esté dormida.

Espero unos minutos y visto rápido para poder seguirlo.

Hace unas noches me he dado cuenta de esto, sale cada madrugada a las 5 a.m. aprox., no sé a donde se dirige y no le he preguntado por qué sé que va a inventar algo, el tiempo que estuvimos casados me llevo a conocer bien sus actitudes.

Tomo las llaves de mi auto, pero cuando salgo no veo ni una sola pista de a donde se fue.

Muerdo mis uñas y una voz me hace soltar un pequeño grito.

-Sabe que morderse las uñas no es bueno para la salud y tampoco es algo muy estético. Lamento haberla asustado-finaliza.

Es un hombre, lleva unos Jeans azules y una chaqueta negra.

-Usted...¿Quién es?-cuestiono con desconfianza, es muy peligroso que siga aquí con un desconocido frente a mí además la oscuridad de la noche y la junto a la sombra que proyecta mi casa no me permite distinguir los detalles de su rostro, el color de su pelo o sus ojos.

-Me ha enviado una persona, solo me dijo que debía darle esto y decirle que aquí encontraría todas las respuestas-es lo único que se limita a responder.

¿Realidad? (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora