¿Realidad? (Libro 2)

1

Narra Gera ( mejor amiga de Anya Volkod )

22 de diciembre. Día en el que tomaron detenido a Joyce.

Camino lo más rápido posible a la salida, mi pecho arde, y termino rompiendo me en mil pedazos, me había enamorado de un asesino... de alguien que quizás ni siquiera sentía lo mismo que yo.

Quería que todo fuera mentira, y como estúpida mantuve la esperanza de que todo era un error.

Pero no lo fue, pude ver la culpa en su mirada, arrepentimiento y dolor que al final no servía de nada. Porque le di mis sueños a la persona equivocada. ¿Cómo te recuperas de esto? ¿Cómo te obligas a odiar a alguien que antes lo era todo?

Mi cuerpo tiembla por los sollozos y definitivamente pensé que iba a morir. El dolor se expandía por todo mi cuerpo, me costaba respirar, me costaba vivir... Joyce, ¿por qué?

Sus palabras se repetían.

Cuando necesitas ayuda no hay nadie, pero todos el mundo criticara tus acciones.

Me abracé a mi misma y caí sobre mis rodillas, rota en llanto.

-Señorita, levántense...- no veo quién es, solo sé que hace el intento de levantarme, pero yo ya no puedo.

-Ruiz, trae la adentro, hay que interrogar la - avisa alguien.

-Ya la llevo. Solo deja que se calme un poco- responde.

Ahora tenía que responder un interrogatorio, no me podían dejar hundirme en mi miseria por unos segundos.

Limpio mis lágrimas y observo al policía.
La verdad es bastante joven o se ve así como de 19 o 18 años, el pelo castaño de oscuro, y el color de sus ojos era un azul intenso, por cómo le quedaba el uniforme apegado al cuerpo, pude notar que estaba en buena forma.

- ¿Debo declarar, verdad?-mi voz sonó quebrada.

- Sí, necesitamos saber si eres cómplice o víctima... la próxima en su lista tal vez- responde más de lo que debía decir, no sé si lo hizo con la intención de ayudarme pero claramente no resulto.

La próxima víctima... hasta el momento ni siquiera lo había pensado.

Asiento y camino de vuelta a la comisaría, se que la idea era huir pero por el momento no podría.

Entro a una sala, con un espejo, se que detrás de este ahí personas observando me, cada acción errónea, puede ser sospechosa, tomo asiento y lucho por no seguir llorando.

Al cabo de unos minutos entra una mujer.

Su cabello perfectamente tomado color negro azabache, no viste de oficial, si no un traje con una falda que le llega unos dedos sobre la rodilla. Elegante y segura.

Todo lo contrario a como me veía yo.

-Bien, Geraldine Curie, Soy Chanel Dugés. Me imagino que ya sabes porque estás aquí.
...

Después de todas las preguntas me dejan ir, con libertad condicional mientras dure la investigación.

-No tienen suficiente...- murmuró- no soy fuerte.

-Las personas son más fuertes de lo que piensan.

Me sobresaltó y vuelvo a encontrarme con Ruiz.

-Disculpa si te asuste, no fue mi intención- sus labios se curvan en una leve sonrisa.

-Pues no creo que eso se aplique a mi, y no te preocupes soy algo asustadiza.

-Yo creo que si aplica, con todo esto... no debe ser fácil, para nadie lo ha sido, soy Kenner- extiende su mano.