Cap 24 (Parte 2)

8 3 1
                                    

Aviso : leer el capitulo 24 parte 1, si ya lo hiciste puedes continuar.

Narra Joyce Scheider.

Al fin podía verlo a la cara, después de tanto tiempo planeando mi venganza, o mejor dicho hacer valer la justicia por mi cuenta, porque él debía pagar por todo el daño que habla hecho.

Su rostro reflejo confusión absoluta, pero rápidamente lo oculto, su mirada se volvió dura e inexpresiva, y eso hizo que mi sonrisa se ampliara; Dean tenía miedo e intentaba aparentar que no. Eso era una de las desventajas que él tenía, compartir demasiado tiempo con él me permitió conocer su manera de actuar y viceversa, pero yo ya no era el mismo chico que él conoció una vez.

-¿Ni siquiera me darás la bienvenida?- Cuestione fingiendo decepción y los observe a ambos, Anya era demasiado transparente en cuanto a sus expresiones, todo lo podías leer con facilidad, quizás por eso atraía a su vida a personas muy buenas o muy malas, ella era Calma para los demonios del torturado y Amor para el chico ilusionado; me miró con confusión y alivio. Claro por ahora era yo su héroe...

Como era obvio que él no hablaría seguí con mi discurso.

-Seguro te preguntas como es que estoy libre, la verdad no fue para nada sencillo- suspire- tuve que fingir ser el peón de tu casi padrastro, ¿Te acuerdas? Del hombre al cual culpaste por la muerte de tu madrastra y del bastardo de tu padre?- hice un gesto pensativo, mientras Dean intentaba mantener la calma- como es que se llama... Wes Blanc, ¿cierto?, bueno gracias a él en la cárcel tuve ciertos privilegios, claro hasta que claro llego mi padre- me acerque acortando un poco la distancia- pero dudo que eso te importe.

Dean se levantó y se posicionó delante de Anya para protegerla.

Vaya... parece que si tenía corazón.

Solté una pequeña carcajada y lo miré directamente a los ojos, iba a seguir hablando.

-¿Y quién es tu maravilloso padre, si es que se puede saber? - preguntó con ironía.

Sonreí con superioridad.

-Es un hombre muy influyente, para ser honesto jamás pensé que tuviera tanto como decirlo... territorio, ¿has escuchado del italiano?

Y ahí fue cuando su mandíbula se tensó, era imposible que no hubiera oído hablar de él, en las peleas clandestinas y en el mundo ilegal su nombre era demasiado conocido, uno de los mafiosos más poderosos a nivel mundial.

-Ya veo... así que no eres un huerfanito- se burló- pero creí que tu padre sería alguien bueno y ejemplar, ya veo que estás tan hundido como yo en esto.

-Tal vez, pero ahora eres tú él que no tiene escapatoria.

Se mantiene en alerta y le hace una señal al Anya para que se levante.

-Oh no, Anya viene conmigo, en este momento estás completamente rodeado. Doy una sola señal y terminarás igual que tu chófer-me limite a decir.

Y no mentía los hombres de mi padre estaban rodeando todo el perímetro, su precisión a la hora de disparar era aterradora, los mejores francos tiradores hacían que la policía y cualquiera que se interpusiera en su camino se lo meditara dos veces y quienes lo hacían o eran muy valiente o muy idiotas.

Anya se levantó con cuidado y comenzó avanzar hacia mí.

-Yo que tú tampoco me movería Anya, o tu queridísimo Abel terminará muerto -dijo Dean.

Inmediatamente, se detuvo, busco mi mirada angustia.

Levante mi mano y di una señal.

Lo mire desafiante, Abel venía caminando hacia nosotros junto a mi hermano Elliox Leroux.

¿Realidad? (Libro 2)Where stories live. Discover now